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En algunos casos, los extranjeros deben acampar en la calle, mientras consiguen un espacio bajo techo
ERNESTO OLMOS.
Emmanuel, un migrante haitiano, llegó hace un mes a México, tiempo que ha esperado para poder dormir bajo el techo de un albergue de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso) en Tláhuac, ya no reciben a más personas por este día, sin embargo, es difícil para él, no habla español y no hay forma de comunicarse con el guardia de seguridad para poder pasar, lo intenta, pero no tiene éxito, por lo que tendrá que dormir en la calle por un tiempo más; este es un caso de varios que ocurren en los refugios saturados en la Ciudad de México.
En un recorrido que realizó Diario BASTA! por el mencionado albergue que se encuentra en el Campamento 5 Limpia, en las inmediaciones del Bosque de Tláhuac y que tiene la capacidad de refugiar a 300 personas, se constató que hay varias casas de campaña instaladas en las banquetas de la calle Herbeto Castillo, donde duermen extranjeros de origen haitiano.
En este campamento callejero se observa que los indocumentados están dentro de sus casas de campaña descansando, otros se sientan en el camellón, donde la sombra de los árboles los cubren, mientras platican entre ellos; algunas señoras ponen sus puestos de comida haitiana, como arroz con frijoles y pescado frito a tan solo 70 pesos, pero en algunas partes de la calle llega el olor de orina al pasar por ahí.
Varios de estos extranjeros intentaron acceder al refugio, aunque el guardia de seguridad los detenía y les decía que regresaran otro día, porque ya se había pasado el tiempo para poder atenderlos, sin embargo, el policía dijo a este periódico que, si bien hay rotación de residentes, siempre está lleno. Nos obstante, no se pudo verificar el estado de este albergue, pues no nos permitieron la entrada de los medios de comunicación.
Una situación similar se vive en Casa Tochan, considerado por los ciudadanos como un oasis para migrantes, hoy en día se encuentra sin lugares, pues en la puerta metálica ubicada en la calle Pavorreal, colonia José María Pino Suárez, en Álvaro Obregón, hay varios mensajes pegados que dicen “albergue cerrado” y “Lo sentimos, en este albergue ya no contamos con espacio”.
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