56 lecturas
ANA MARÍA VÁZQUEZ
El penoso papel que hico Joaquín López-Dóriga hace un par de días solo se puede justificar por el sesgo bajo el cual los medios han trabajado durante años, mostrándonos solo una parte de la historia y silenciando otra.
En su entrevista al embajador de Palestina en México, Mohamed Saadat, López Dóriga le pregunta: “¿cómo califica entonces usted el ataque contra la población civil de Israel el domingo -y remarca-, sin irnos a los antecedentes, nada más vamos a ir al momento actual, si me permite”
Evidentemente el embajador estalló ante la prepotencia del llamado “teacher” al pretender una respuesta a modo. Consecuentemente, en su portal titula “Embajador de Palestina en México se niega a calificar el ataque de Hamás contra Israel. Sin contexto, es prácticamente imposible dar una postura coherente, pero al “comunicador” no le importó.
Así es la ceguera y el sesgo de los medios, no pretendo desglosar el tema de la guerra en Medio Oriente que, como dije en mi columna anterior, no es nueva, por el contrario, existe desde antes que tú y yo naciéramos, aunque la prensa mundial lo esconda o minimice, creando un bando redentor y otro sanguinario.
La irresponsabilidad de los medios, se puede ver también en Ciro Gómez Leyva cuando al entrevistar a López Gatell dice: “(…) usted sale a buscar el voto de la gente, un poco dándonos la impresión de que no pasó nada” como si Gatell fuera el absoluto responsable de un virus que asoló al mundo; como si las estrategias de salud dictadas por la OMS y que México acató puntualmente no contaran, ni las co-morbilidades, ni el pésimo sistema de salud que nos heredaron y que tuvo que recomponerse y adaptarse a todo vapor para dar cabida a los miles de afectados. Para el entrevistador eso no vale.
Otro ejemplo: El video donde Eduardo Verástegui dispara en varias ocasiones, las notas ponderan la “alegoría” de acabar con los “males del país”, pero en ningún momento condenan la abierta incitación a la violencia que, por cierto, es delito, según el código penal de la CDMX.
Ejemplos como estos nos tuvieron dormidos por años, pretendiendo que solo vieras lo que a ellos les convenía, se llama sesgo, manipulación. ¿Tú, ya despertaste?