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SEBASTIÁN RAMÍREZ
Ayer se cumplieron 55 años de aquel 2 de octubre que el viejo régimen quiso borrar de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco y también de nuestra memoria colectiva. Generaciones enteras fueron herederas del Movimiento Estudiantil de 1968, la lucha de quienes se opusieron a Ley Carpizo que pretendió imponer cuotas a la UNAM, la lucha de los estudiantes que pedían la democratización de los medios de comunicación con el Movimiento 132, y también el Movimiento de Regeneración Nacional.
Heredera de la Reforma, la Independencia y la Revolución, y acompañando una serie de causas justas como las de los pueblos originarios, los campesinos, nuestra soberanía, los jóvenes, las mujeres, la justicia social, la democratización de la vida pública y la transformación por la vía pacífica del país, el 2 de octubre de 2011 nació Morena como asociación civil para después convertirse en partido político.
Más de una década después, Morena sigue siendo la herramienta de lucha de los olvidados. La llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador representó el regreso de la esperanza a un Pueblo al que por décadas se le condenó a los privilegios, la violencia y la corrupción.
Contra la apuesta de la derecha al olvido, en México hay un Pueblo que es mucha pieza y que en más de una ocasión ha sacado adelante no solo al hombre que plantó cara como nadie al neoliberalismo, sino también a un verdadero Movimiento popular por la Transformación pacífica. Tenemos mucho que celebrar en este aniversario, pero también mucho que recordar: decirle nunca más a los malos gobiernos.
Morena somos millones
