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La primera actriz, afirma que es un hombre con una gran pasión por el servicio público
JESÚS GALLEGOS.
Omar García Harfuch, de 41 años de edad, licenciado en derecho, citadino ciento por ciento, exsecretario de Seguridad de la Ciudad de México, desde el 9 de septiembre pasado y aspirante a la jefatura de la CDMX, “tiene espolones para ser un gallo de pelea para la ciudad de México”, lo afirma María Harfuch Hidalgo, conocida como la primera actriz María Sorté, madre de Omar, o como ya le dice el pópulo: “la suegra de México”.
En entrevista exclusiva para BASTA! y el Grupo Cantón, María nos habla como madre, de las cualidades de Omar, y como ciudadana, de la problemática de una ciudad de más de 22 millones de habitantes y los problemas a los que enfrentaría en caso de ser elegido: “Es un hombre que ama lo que hace, que tiene una gran pasión por el servicio y está haciendo una labor extraordinaria en la seguridad porque es una persona muy entregada, preparada, de resultados… tiene mucha gente que lo sigue, mucha gente que confía en él”.
Le veo que conoce la ciudad, que tiene las ganas y no únicamente el conocimiento para manejar los problemas. Lo hemos visto muy comprometido con la seguridad, solo basta ver cómo han cambiado las cosas, cómo a raíz del atentado lo enfrentó con hombría e inteligencia y la padeció porque se quedó a dormir en su oficina por días y semanas, entonces eso habla muy bien de él, de su temperamento, lo que hizo por una ciudad tan grande, de la magnitud de esta ciudad en materia de seguridad.
María continuó: “Como siempre lo ha dicho, no es que se haya acabado la delincuencia, simplemente cuando volteas y ves otros lugares de la República y entonces realmente pensamos en todo lo que ha hecho Omar, un excelente papel. Imagínate como jefe de la CDMX, si fuera elegido para ese puesto de gran responsabilidad, y que tenga la oportunidad de manejar todas las cuestiones que competen a millones de personas, como en su momento Claudia, que hizo muchas cosas por la ciudad?”.
María recalca: “recordemos que estamos en una ciudad enorme con muchas personas, que no hay extranjero que no se quede enamorado del calor del mexicano y su historia. Yo tengo más de cincuenta años viviendo aquí, desde que llegué de Chihuahua, mi tierra de nacimiento, y tú eres testigo de cómo me abrieron las puertas, cómo me tendieron la mano, y así lo hacen con toda la gente que llega, es una ciudad que tiene muchos valores, pero también muchos problemas”.
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