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RICARDO SEVILLA
El tren está de regreso. Y con la inauguración de ‘El Insurgente’, como se le ha llamado al Tren Interurbano México-Toluca, la gente está feliz.
Justo el 15 de septiembre, el día del grito de Independencia, ese día que a Enrique Krauze tanto le indigna, se inauguró una de las importantes obras inconclusas desde el sexenio pasado: el Tren Interurbano México-Toluca, un medio de transporte que conectará la Zona Metropolitana de Toluca con el poniente de la Ciudad de México.
Y no se trata de una promesa ni de un mito, como querría la derecha. Es una realidad palpable, vivible y, sobre todo, funcional.
Fíjese. las personas podrán utilizar este tren que ya ha entrado en operaciones. La tarifa temporal será de 15 pesos y las estaciones que, por ahora están funcionando, son: Toluca, Metepec, Zinacantepec y Lerma.
Eso, por un lado y, por otra parte, el Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec ya también empezó a operar con en el ramal del transporte de carga. Y en diciembre estará listo para el traslado de pasajeros.
Y tampoco es un cuento ni un rollo como el que nos echaban en los gobiernos anteriores. De hecho, el pasado fin de semana, el presidente López Obrador, que es infatigable, fue a supervisarlo. Este tren, por cierto, cuenta con tres líneas: de Coatzacoalcos a Salina Cruz, de Coatzacoalcos a Palenque y de Ixtepec a Ciudad Hidalgo.
Su objetivo principal es instrumentar una plataforma de mil 200 kilómetros de vías férreas. Y no serán vías para que las recorra el Grupo México de Germán Larrea, ese sujeto a quien le concesionaron las líneas férreas del desaparecido Ferrocarriles Nacionales de México. Es una obra para la prosperidad del pueblo de México. Y lo es porque tiene como una de sus misiones principales implementar polos de desarrollo para el bienestar, además de establecer parques industriales con una visión integral, sostenible, sustentable e incluyente. ¿Y para qué? ¿Para enriquecer a un puñado de empresarios? ¿A una élite? ¡No! Se trata de un esfuerzo del gobierno que encabeza el presidente López Obrador. Por fin se fortalecerá el crecimiento económico de la región del istmo. Y ese es el signo distintivo de la Cuarta Transformación.