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RICARDO SEVILLA
Se les dijo, pero no hicieron caso. Varias voces intentaron explicarles, con ábaco en mano, que Adán Augusto López Hernández y Gerardo Fernández Noroña pertenecían al mismo movimiento: la Cuarta Transformación.
No obstante, muchos prefirieron alzarse de hombros y continuar en su loca cruzada. No hubo argumento que los hiciera entrar en razón. La mayoría de los simpatizantes de tal o cual personaje estaba poseída por un ánimo beligerante.
Y se entiende. No son políticos y, quizá por ello, no supieron hacer cálculos. Quizá nunca se imaginaron que Claudia Sheinbaum, tocado un punto, fuera a incorporar a su campaña a Adán Augusto, a Fernández Noroña e incluso a Ricardo Monreal.
¿Por qué no lo imaginaron? He ahí el misterio. Quizá se deba a la inexperiencia o al exceso de candidez.
Lo cierto es que hoy sabemos que Claudia Sheinbaum nombró a Adán Augusto López coordinador político y a Ricardo Monreal coordinador de Organización y Enlace Territorial. Y la gran sorpresa, para muchos, fue que designara a Fernández Noroña como su coordinador de voceros.
Pero, más allá de que muchos se hayan quedado perplejos, lo cierto es que Sheinbaum realizó una jugada maestra. Y es que, bien visto, cada uno de los nombramientos es bastante significativo e incluso revelador. La exjefa de gobierno, haciendo esos movimientos, nos demuestra que es toda una estratega.
Emociona, francamente, ver la nitidez con la que Sheinbaum decidió mover sus piezas. Se nota que ha reflexionado muy bien sobre las técnicas de planificación política.
Y es que cada uno de sus coordinadores, más allá de que gusten o no, tienen atributos que los hacen sumamente destacados. Y se ve que Sheinbaum los conoce a la perfección porque tanto Noroña, como Monreal y Adán Augusto le ayudarán a ejecutar acciones, tácticas y estratégicas que la catapultarán muy lejos de la oposición.
Y mientras la extraviada Xóchitl Gálvez, rodeada de bufones e incompetentes, tiene que hacer una pausa para intentar explicar por qué su casa no cuenta con Autorización de Uso y Ocupación, Claudia Sheinbaum ejecuta movimientos que, poco a poco, van abriendo un abismo de distancia entre ella y la candidata de la derecha.