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ANTONIO ATTOLLINI MURRA
El Consejo Nacional de Morena ratificó el domingo el resultado que Claudia Sheinbaum obtuvo después de la jornada de evaluación que encabezó la Comisión Nacional de Encuestas, en donde ganó 5 de 5 de las encuestas que se hicieron en todo el país. En el Consejo Nacional, los ~300 liderazgos más importantes de nuestro partido en el país, junto con nuestros 23 gobernadores y gobernadoras acompañaron al Presidente del Comité, Mario Delgado, y del Consejo, Alfonso Durazo, en la entrega del nombramiento. El partido funciona y resuelve, trabaja y obtiene resultados legítimos y democráticos, aceptados por todos y por todas.
Menos uno.
Menos el segundo lugar.
Ese mismo liderazgo ha decidido hacerle vacío a nuestro partido, impugnar el proceso y quedarse sólo esperando a que la Comisión Nacional de Honestidad y Justocia resuelva a su favor. Dice que mientras eso suceda, no se irá de Morena. Ah, bueno. Menos mal. La estrategia de Marcelo Ebrard es ganar tiempo y tensar la liga para mejorar su posición relativa de negociación mientras pretende ser el centro gravitacional alrededor del que gire nuestra discusión interna en Morena, así como lograr acercar a la oposicion y coquetear con una posible candidatura. Su mensaje de ayer pone de manifiesto eso: habla del inicio de las precampañas, las supuestas presiones a militantes del partido Verde y del Trabajo, así como la consolidación de una expresión política del movimiento que él dice encabezar. Pero mientras él espera a que se den las condiciones, los demas nos estamos moviendo. Los obradoristas del país seguimos sumando apoyos, muestras de lealtad y de unidad. Se equivoca si piensa que su lucha es contra Claudia Sheinbaum como la conoció hasta un día antes del 6 de septiembre, que ahora doctora es la dirigente política más importante de America Latina y asi lo reconoce su movimiento y los partidos políticos que forman parte de él. El movimiento social tiene a la sociedad y a sus movimientos como protagonistas, por definición. Ahí somos millones los que estamos en territorio hablando con la gente y atendiendo los problemas politicos, lejos de la grilla palaciega de la capital.
Las puertas están abiertas. Y se van a quedar abiertas siempre: para él y para cualquier persona que quiera seguir luchando para acabar con la corrupción y poner fin a la impunidad. No los sobra nadie. Esa fue la indicación de la doctora en nuestra reunión nacional la semana pasada en el WTC de la CDMX. Lo que no puede suceder es que solo sea eso de lo que se hable en Morena, en el movimiento y la discusión política del país. Poco a poco su relevancia habrá de difuminarse porque Marcelo siempre ha rehuido al liderazgo social y ha preferido consagrarse como el operador del sistema.
Ahora sí que, después de este proceso, ni una ni otra.
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