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Salvador Guerrero Chiprés
La satisfacción de un maratonista es concluir el recorrido; de un campeón, es ganarlo. En otra pista, la seguridad es un maratónico esfuerzo permanente para acelerar y nunca detenerse.
Los resultados en la Ciudad de México, con una disminución de 55 por ciento en la incidencia delictiva de alto impacto entre 2019 y 2023, revelan una aceleración sostenida. Aplicada desde el gobierno central, primero con Claudia Sheinbaum Pardo y ahora con énfasis de último sprint por el Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, la estrategia ha beneficiado a todas las alcaldías, con reducciones por más del 50 por ciento en 11 de ellas.
Reportes y denuncias ciudadanas han sido centrales en la estrategia y sobre todo las detenciones reportadas la semana pasada y que totalizan 2260 del 2019 al momento.
La carrera por la seguridad es muy similar al Maratón, cuya edición 40 se celebrará este domingo. Una fiesta comunitaria, como hizo sentir ayer Miguel Ángel Vargas Villanueva, corredor de 38 maratones, durante la presentación de la playera, medalla y operativo de vigilancia.
Con cerca de 30 mil corredoras y corredores, mil de ellos extranjeros — un récord en esta categoría—, el evento refleja espíritu de equipo, proeza cívica, resistencia, de acuerdo con Batres, quien tiene él mismo una carrera de velocidad de aquí al final de la administración para agregar avances durante su lapso al frente de la CDMX; hoy presenta su Segundo Informe Mensual.
Hay estrategias agregadas. La disminución de riñas puede impactar también la reducción general de inseguridad. Para eso está el Programa de Facilitadores Cívicos que la Mtra. Daniela Cordero Arenas, mediadora privada 610, situó la semana pasada como una noble y potente herramienta de paz.
Prevenir, contener y mediar maratónicamente son clave en la carrera resistente por la seguridad.
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