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CIUDAD DE MÉXICO. – Llegado Marcelo Ebrard de París, Francia, donde cursó una especialidad en Planeación y Administración Pública en la famosa y elitista Ecole Nationale d’Administration, en cuyas aulas se preparan mandatarios y empresarios de todo el planeta, después de haber obtenido su título profesional en 1984, y resuelto a formar una familia, fue la joven Francesca Ramos Morgan a la que escogió para acompañarle en la ejecución de aquella temeraria decisión.
Marcelo y Francesca se conocieron en el Colegio de México; los dos estudiaban Relaciones Internacionales, en la década de los ochenta. Ambos provenían de familias “acomodadas”; ella, de raíces británicas, él, de origen francés. Ambos se titularon. Apenas regresó Marcelo de París, buscó a Francesca y formalizaron su relación; se comprometieron y, jurándose “amor eterno” y engalanados con sus mejores prendas y joyas que tenían, contrajeron matrimonio en 1985.
Se dice que el primer bebé rompe todos los esquemas y cambia por completo la vida de sus padres. Y eso fue lo que sucedió a Marcelo y a Francesca al año de casados, cuando vino al mundo su primera hija a quien llamaron Francesca y la niña, en reciprocidad, les enseñó a ser padres y les descubrió una nueva forma de amar. Luego la pareja fue bendecida con la llegada de Anne Dominique y Marcelo.
Pero como en este mundo nada es eterno, gracias a Dios, después de dos décadas de matrimonio Marcelo y Francesca anunciaron su divorcio. El 15 de diciembre de 2005, la pareja firmó la separación definitiva de su unión marital que, por lo visto, ya se había enfriado mucho antes.
Exesposa lo involucra en escándalo
En el repartimiento de cargos, tres años después de haber ganado la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, el 15 de mayo de 2009 Marcelo Ebrard nombró coordinadora general de Relaciones Internacionales a Francesca Ramos Morgan, de quien se había divorciado en diciembre de 2005, con un salario cercano a los 80 mil pesos al mes y la responsabilidad de organizar sus actos fuera del territorio nacional.
Antes de su nombramiento oficial, en sustitución de Mauricio Camps –ingeniero civil químico especializado en análisis y optimización de procesos mineros hidrometalúrgicos para aumentar la extracción de cobre–, la señora Ramos Morgan ya era la encargada de coordinar los desayunos de su exmarido con integrantes del cuerpo diplomático acreditado en México. Camps ocupó el cargo hasta el 30 de abril de 2009.
Apenas la oficina de Comunicación confirmó que la exesposa del mandatario capitalino trabajaba en la administración capitalina, se desató un escándalo. No faltaron quienes aseguraran que Ebrard había favorecido a su exesposa con un cargo público, en el que mensualmente obtendría 4 mil pesos menos a los que recibía él, como jefe de Gobierno. El nombramiento, sin embargo, no sería el único escándalo en que se vería envuelta Francesca y, de rebote, Marcelo.
Durante los tres años que laboró para el Gobierno capitalino, también se le acusó de mal uso de recursos económicos de las embajadas. Pero el mayor alboroto ocurrió en 2012 por la instalación de la estatua del exdictador de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en Paseo de la Reforma, y de otro monumento para conmemorar una matanza en ese país, en la Plaza de Tlaxcoaque. Ambos hechos generaron fuertes críticas por parte de algunos intelectuales, historiadores y opositores de la comunidad azerí en México. Inclusive detonaron un conflicto diplomático.
Ante las protestas la escultura fue retirada, pero crónicas de entonces aseguran que México perdió los 3 mil 800 millones de dólares que el gobierno de Azerbaiyán tenía planeado invertir en el país, para la construcción de refinerías y espacios, según dijo entonces Ilgar Mukhtarov, embajador del país ubicado entre Asia occidental y Europa oriental.
El retiro del dinero se debió a que la administración de Ebrard, removió del Paseo de la Reforma la estatua de Heydar Aliyev, expresidente de Azerbaiyán.
Segundas nupcias
Mal sabría Marcelo sobrellevar su divorcio después de dos décadas de matrimonio, pues habiéndose alejado de Francesca pronto fue al encuentro de su nuevo amor ahora con el nombre de Mariagna Prats, la actriz, pintora y escultora con quien desde 2004 sostenía un romance, mientras seguía casado con Francesca. Con Mariagna, después de dos años de relación, se casó el 8 de julio de 2006, exactamente una semana después de las elecciones en las que ganó la jefatura de Gobierno.
La pareja se conoció cuando Ebrard ya estaba separado de Francesca, aunque seguían legalmente casados. Mariagna estaba soltera y sin compromiso. Todo comenzó en 2003, cuando Marcelo, siendo secretario de Seguridad del DF, en la administración de López Obrador, asistió a un programa televisivo de debate político donde conoció a Prats, que se había iniciado como modelo en certámenes de belleza en la década de los años 70. Estuvo casada con el actor Rodolfo de Anda con quien, en 1985, tuvo una hija: Christiane.
Se cuenta que el flechazo entre ambos fue inmediato, y que, como es común en estos casos, empezaron como amigos. Pero después de algunas invitaciones a comer, ir al teatro y a cenar, tras decidir divorciarse, Marcelo fue directo:
–Oye, a mí me interesa algo serio contigo.
–A mí aventuras y cosas así, la verdad, no me interesan –fue la respuesta de ella.
Su relación, a partir de entonces, se convirtió en la más mediática de Marcelo. Y qué mejor forma de celebrar su triunfo de haber ganado las elecciones que lo convirtieron en jefe de Gobierno del DF, que casándose por segunda ocasión.
La ceremonia ocurrió en el Museo José Luis Cuevas, en el Centro Histórico del DF. Entre los invitados estuvieron los empresarios Miguel Alemán Velasco y Héctor Slim Seade; directivos de los medios de comunicación; y celebridades del medio artístico.
Al parecer todo marchó bien para el matrimonio durante tres años, pero a mediados de 2009 diversos medios rumoraban de que la pareja arrastraba conflictos, sin embargo, buscaban salvar la relación. Para hacerlo se dieron su espacio: ella se mudó a una casa en Cuernavaca, él se quedó en su departamento de la Condesa.
Pero no funcionó, aunque se les seguía viendo juntos en eventos públicos como el del 12 de noviembre de 2007, en el que se inauguró el DIF en Tláhuac. Acto al que, al parecer, ella asistió en estado inconveniente. Finalmente, el 5 de abril de 2011 en un comunicado firmado por ambos, hicieron pública su decisión de divorcio en común acuerdo, “sin reproches ni agravios” (continuará).
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