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Será con la empresa New Fortress Energy
Redacción
Grupo Cantón
CIUDAD DE MÉXICO. – Progreso, empleos y bienestar, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador quien dio a conocer que su gobierno está “por celebrar un convenio de creación de plantas de licuefacción y construcción de plataformas marinas de gas con la empresa New Fortress Energy”.
“Aunque ya se inició una primera etapa en Altamira, de ampliarse a toda su capacidad significaría una inversión estimada de 5 mil 500 millones de dólares”, detalló el mandatario a través de sus redes sociales.
Cabe señalar que en su gira de trabajo por Tamaulipas, el Jefe del Ejecutivo anunció que una planta de licuefacción en las costas de Altamira, Tamaulipas, entrará en operación entre julio y agosto de este año.
Asimismo, al encabezar un evento del programa IMSS-Bienestar, el mandatario también anticipó que una “plataforma” de las mismas características se construirá en tierra, en el puerto de la misma localidad.
“También estuvimos evaluando un programa que ya se está realizando en el mar, a 26 kilómetros de la costa, una empresa que se asoció con la CFE para poner una plataforma con equipos especiales y congelar el gas para, en barcos especiales, llevarlo a Europa”, señaló.
“Esta plataforma que ya se está construyendo, en julio, agosto, va a estar operando, se va a replicar en tierra, aquí en Altamira, el puerto, y esto va a productor, va a generar empleos, por eso se los comento, para Altamira, trabajo”.
Cabe señalar que la terminal de licuefacción y exportación de Altamira es desarrollada por la empresa New Fortress Energy, en sociedad con la CFE. La finalidad es comercializar el gas natural al mercado internacional y obtener ingresos adicionales.
En marzo pasado, esta terminal obtuvo la autorización del Departamento de Energía de Estados Unidos para exportar gas natural de México al extranjero. El procedimiento es hacer la licuefacción en la planta y enviarlo en buques a Europa y Asia para su comercialización.
El presidente López Obrador aprovechó para destacar la compra de 13 plantas eléctricas que pertenecían a la empresa española Iberdrola, y que el Gobierno federal adquirió para aumentar la generación de energía de la CFE.
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