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Sebastián Ramírez Mendoza
Ayer el medio británico The Guardian dio a conocer la investigación de la periodista mexiquense María Teresa Montaño, en la que revela cómo el gobierno priista de Del Mazo en el Estado de México desvió 5 mil millones de pesos a través de empresas fantasma. Sí, el mismo gobierno en el que Alejandra Del Moral fue secretaria de Desarrollo Económico y que después la hizo diputada local.
La investigación estuvo en curso desde el 2021, año en el que un grupo enviado por el PRI secuestró a la periodista independiente, además de amenazarla a ella y a su hijo, seguramente al enterarse del contenido de su trabajo. En el reportaje detalló cómo la aún administración priista simuló contratos con 15 empresas inexistentes para desviar millones de pesos. Algunos de los 40 contratos incluso los firmó la ahora candidata Sin Moral.
Tanto el gobernador como su partido y su candidata Alejandra Del Moral le deben muchas explicaciones al pueblo mexiquense. Mientras hay zonas del estado completamente olvidadas, sin servicios básicos y condenadas a la marginación, sus propios gobernantes saquean el erario y tienen aún la audacia de pedirles nuevamente su voto.
Lo que se reveló es gravísimo, un desvío millonario y un secuestro orquestado desde el poder. En este sentido, ahora no resulta difícil entender por qué Del Moral y el PRIANRD no organizaron ningún acto público en el último día de las campañas electorales; sin mencionar el hecho de que aparentemente la alianza dio por perdida esta contienda semanas atrás. Estamos a 72 horas de atestiguar el ocaso del PRI. Este domingo finalmente termina una larga noche de casi cien años para el Estado de México.