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Arreando al Elefante | Las viejas prácticas

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Ana María Vázquez 

Están circulando videos de gente preparando despensas, supuestamente en apoyo o intercambio de la candidata al gobierno del Estado de México; empleados que denuncian que se les ha amenazado con el despido si no votan por la señora Del Moral. Comienza la compra de votos al viejo estilo priísta, en este caso prianista en el que todo se vale, menos la honestidad.

La candidata ha declarado que “no tiene nada que ver con el grupo Atlacomulco, cuna de la más grande corrupción y saqueo tanto del Edomex, como del país, de los Peña Nieto, Hank, Montiel, del Mazo y otros; sin embargo, los innumerables documentos fotográficos desmienten a la candidata que se desgañita al asegurar que “ahora sí” prosperará el Estado de México.

Los más de 16 millones de habitantes de la entidad, podrían contarnos miles de anécdotas de la corrupción, de las altísimas tasas de violencia, de la nula seguridad pública, del primer lugar en feminicidios que ostenta este estado que no obstante contribuir con más del 9.1 del producto interno bruto y cuya economía se basa en la industria, no ha podido salir de la marginación.

El estado de México es uno de los que más presupuesto reciben del Gobierno federal, los impuestos locales son también de los más altos. Un pasaje local cuesta 12 pesos al usuario en contraste con la CDMX, que es de 8 pesos. ¿Cómo se ha distribuido? Evidentemente de forma desigual, por un lado, puedes ver las zonas de élite, los campos de golf, la modernidad neoyorkina y, cruzando la avenida, viviendas de autoconstrucción, caminos de terracería, deficiente acceso a servicios públicos y una pobreza que, según el CONEVAL, ha ido en aumento.

Los mexiquenses no pueden cerrar los ojos a esto, permitir la continuidad del viejo régimen es apostar al empobrecimiento (si se puede llegar a más) de una población que tiene que cruzar el estado para llegar a su empleo en la capital. Impedir las viejas prácticas como el chantaje o la compra de votos es tarea de todos, si queremos un país más justo. Ojalá los mexiquenses corten ya con esa desgracia que los ha gobernado por más de 90 años y apuesten por empezar su cambio y solo se han alimentado de su desgracia y explotación.

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