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Juan Hernández
Ya desde hace varias semanas hemos advertido sobre la problemática de la pinta de bardas en algunas alcaldías de la Ciudad de México, sobre todo de aquellas en las que los suspirantes a la Jefatura de Gobierno se disputan en las alcaldías de oposición. La disputa entre los alcaldes Santiago Taboada y Adrián Rubalcaba para ver quién se lleva el mayor número de bardas y espectaculares, ha llevado a situaciones inverosímiles, como la del pintado y borrado de varias bardas en diferentes semanas, y más en alcaldías como son Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, la GAM e Iztapalapa.
Pero aquí los ganones son los “operadores” que dicen tener el control de las paredes de la CDMX. Y ahora resulta que quien le ha entrado a la tarea de despintar bardas, al menos las de sus enemigos políticos, es la alcaldesa Sandra Cuevas, quien ya de plano se ha confrontado con el partido Movimiento Ciudadano, a quien le mandó a borrar su mensaje “Con el PRI ni a la esquina”, el cual fue sustituido con un grafiti.
Lo peor de todo es que en respuesta, el partido naranja (como dirían en mi rancho, por sus pistolas) volvió a ocupar el muro y le colocó esta vez la leyenda: “Con el PRI ni a la esquina, con Morena tampoco”, el cual volvió a ser borrado. Aquí el tema es que MC argumentó que su pinta fue en una barda rentada, por lo que calificó de ilegal que la alcaldesa Sandra Cuevas la hubiera mandado a borrar, y, además, en este segundo borrado se haya agredido y amenazado a los pintores que solo cumplían con su trabajo. Ahora sí que pagaron justos por pecadores…
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