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Ana María Vázquez
Es símbolo de la vida, de la continuidad, de crecimiento, los Celtas adoraban al Roble, los africanos al Baobab; el árbol de la vida representa muchas cosas, entre ellas la unión entre vida y muerte, el árbol del bien y del mal de la religión le otorgaba el poder de la sabiduría. Árboles, lo mismo producen oxigeno que purifican, evitan la erosión y captan agua, son casas de aves y roedores, equilibran el medio ambiente.
Poco a poco el neoliberalismo privilegió el cemento por los jardines, los grandes pulmones de la ciudad fueron desecados en nombre de una muy discutida “modernidad”, en el sexenio
de Peña, ya se había concesionado gran parte de Chapultepec, por los llamados cárteles inmobiliarios, acuerdo que por fortuna pudo revertirse. La palmera de Reforma: casi un siglo se mantuvo en pie y dio nombre a la glorieta que coronaba.
“Nació sola, creció sin que yo la viera, creció sola; bajo la luna y el sol, vive sola” escribió Nicolás Guillén, sin embargo, la icónica palma fue presa de un hongo para el que no hay cura y tuvo que ser removida, en consulta se decidió optar por un ahuehuete para suplirla, por ser una variedad más fuerte y simbólica para los mexicanos, sin embargo, en marzo, tuvo que ser retirado ya que en 8 meses no pudo conseguir adaptarse a su nuevo sitio, se dice, que fue víctima de vandalismo. De inmediato fue sustituido por otro el 19 de mayo. De nuevo comenzó el vandalismo, por lo que se decidió construir una valla para protegerlo, sin embargo, dos días después, el 21 de mayo pudimos ver el rostro de un detenido que había sido descubierto por las cámaras de seguridad, dañando los sistemas de riego y vertiendo cemento para dañar las raíces.
El detenido sonreía por su “gran hazaña”, un hombre en sus 30´s cuyo acto vandálico no tenía sentido, el tinte político del hecho es evidente, aunque serán las autoridades las encargadas de
determinar las razones. Para mí, Pablo “N”, (así dijo llamarse), es el símbolo de las épocas en las que se destruía sin importar vidas, ni fauna, solo el dinero en aras de una supuesta modernidad o porque representa un gobierno que no se acepta y desquita su odio con un ser vivo que nada pide y mucho da.
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