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Sebastián Ramírez Mendoza
Esta última semana ha circulado mucha desinformación sobre el proceso para ratificar a Ernestina Godoy en la Fiscalía General de Justicia por un periodo más. Esta información engañosa ha sido difundida principalmente por el PAN y algunos medios que afirman que las reformas a la Ley Orgánica de la FGJ, aprobadas hace unos días, buscan “a la mala” la permanencia de la Fiscal y eso es completamente falso. De acuerdo con la Constitución de la Ciudad de México, la persona que resulte designada como titular de la procuración de justicia, tiene la posibilidad de repetir en su encargo por un periodo de otros cuatro años.
Lo que se precisó con la reforma aprobada el pasado 11 de mayo fue el procedimiento para esta ratificación, toda vez que esta será la primera vez en que nos situemos en este supuesto. En este sentido, en los próximos días las y los diputados locales habrán de aprobar la conformación del Consejo Judicial Ciudadano, el órgano que se integra por 11 personas destacadas de nuestra sociedad y que se encargará de preguntar formalmente a la Fiscal Ernestina Godoy si desea continuar en su encargo por otro periodo.
En caso de responder afirmativamente, comenzará una revisión pública de su trabajo al frente de la Fiscalía los últimos 4 años en el que también la Jefa de Gobierno manifieste su opinión. La oposición en estos días ha difundido toda clase de mentiras sobre el proceso, especialmente en lo que respecta a la terna, misma que únicamente se hace presente al momento de designar a un nuevo o nueva fiscal, pero no para su ratificación.
Lo que pareciera que la bancada del PAN busca con todo esto es evitar que la Fiscalía de Ernestina Godoy continúe combatiendo la impunidad que se instaló durante el anterior gobierno de la capital y que nos situaba como una de las ciudades con los índices delictivos más altos. En cuatro años las cifras de incidencia, percepción de inseguridad y delitos impunes, se han logrado revertir, pero, sobre todo, hoy las familias en la capital viven más tranquilas y seguras. Aunque a la derecha le incomode, no podemos permitirnos volver a los tiempos de impunidad en la ciudad.
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