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James Gunn se despide de Marvel entregando el cierre de los Guardianes de la Galaxia, una de las mejores cintas de la saga
Karen Ávila
En el año 2014 salió por primera vez Guardianes de la Galaxia, película basada en el equipo de superhéroes de Marvel Cómics, en el cual Quill, un humano que, abducido de niño por los Devastadores, forma una alianza con un grupo de forajidos intergalácticos que tratan de robar una Gema del Infinito.
En su primera presentación, la obra carecía de personajes carismáticos, pero en sus próximas entregas profundizarían en lo que en realidad son cada uno y cómo son sus relaciones con los demás. Un ejemplo de ello lo podemos ver en Guardianes de la Galaxia vol. 3, donde se muestra que Rocket es un personaje que tiene más que sarcasmo y armas, pues muestra su pasado doloroso, la experimentación que lo llevó a convertirse en un guardián.
James Gunn ha hecho la trama personal con el fin de que empaticemos con el personaje y nos cuestionemos qué sucede con el tema del maltrato animal, que, en más de una ocasión, hace que el espectador rompa en lágrimas. No obstante, también le da el toque de humor perfecto, pues en los momentos más duros hace que la situación se presente con risas.
Por ello, no está de más levantarse y brindar unos aplausos al director, pues después de Avengers: End Game no ha habido otra película del Universo de Marvel tan buena como esta. Incluso podemos decir que Gunn se despide de Marvel con su obra magna y también abre la esperanza a los fans de DC, pues el director ya comenzó a trabajar ahí.
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