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Familiares y estudiantes de la Universidad Nacional Comunitaria exigen justicia tras el deceso de Arturo Nicolás Maceda, de 35 años
Deyanira Carmona
Las detonaciones de arma de fuego se escucharon hasta la otra cuadra o al menos eso fue lo que varios vecinos dijeron, solo algunos habitantes supieron que aquellos dos balazos le habían perforado los pulmones a Arturo Nicolás Maceda Reyes, quien minutos más tarde perdió la vida en el hospital.
NEGOCIO FAMILIAR
Aquel 18 de abril, alrededor de las 9:30 de la noche, Arturo se encontraba atendiendo el negocio familiar de pizzas ubicado en la colonia Revolución, en San Vicente Chuicoloapan, cuando de repente un par de sujetos ingresó al establecimiento. Los sujetos, con la excusa de comprar una pizza, comenzaron a hacerle la plática al joven, quien en ese momento se encontraba en compañía de su sobrina de 6 años de edad, minutos después, los tipos salieron del establecimiento, para dirigirse a un vehículo particular donde se encontraba su cómplice, a los minutos regresaron al negocio pero esta vez con otras intenciones:
“¡Afloja el varo!”, “¡Muévete!”, dijeron los tipejos, mientras sostenían dos armas de fuego, pero para su mala suerte aquel día no hubo muchas ventas y ante la presencia de la pequeña niña, el estudiante no
supo qué hacer.
Los delincuentes al no obtener el dinero que con tanto esfuerzo y sacrificio se ganaban Arturo y su familia, detonaron el arma en contra de joven y al escuchar los balazos sus hermanos salieron a ver qué había
pasado. “¡Hermano!, “¡Le dispararon!, ¡le dispararon!”, gritaron asustados y de inmediato salieron a corretear a los homicidas, quienes ya habían abordado un auto, desde el cual volvieron a detonar las armas, al percatarse que los familiares del joven los estaban persiguiendo.
DENUNCIA
Familiares indignados denunciaron que presionaron el botón de pánico de un poste y, minutos después, se hicieron presentes policías de la Secretaria de Seguridad (SS), quienes recogieron las balas y les dijeron que una ambulancia venia en camino, sin embargo, ásta nunca llegó. Sus hermanos, con la desesperación y frustración de ver que Arturo no paraba de sangrar, decidieron trasladarlo por sus propios medios a un hospital, no obstante, a las 11:30 p.m. un médico les dijo que, lamentablemente, Arturo había perdido la vida.
Minutos después, sin vergüenza, varios policías a bordo de una patrulla se hicieron presentes en el hospital y les dijeron a los familiares que habían al joven de 35 años de edad, bajo su propia responsabilidad.
En entrevista exclusiva con dos testigos, confirmaron a Diario BASTA! los señalamientos que hicieron los familiares, pues en el lugar jamás observaron a una ambulancia, además, dijeron que el lugar es muy inseguro.
ESTUDIANTE
Arturo era un estudiante de la carrera de Pedagogía de la Universidad Nacional Comunitaria (UNC), por lo que su asesinato conmovió a toda la comunidad estudiantil y más a aquellos amigos y profesores que tenían contacto directo con él. En entrevista exclusiva con María Fernanda Zaragoza, profesora del hoy occiso, dijo lo siguiente: “Era mi estudiante de la licenciatura de Pedagogía, era muy empático, paciente y siempre se le veía con una sonrisa.
Siempre llevaba algo que compartir con sus compañeras. Lo caracterizaba su sonrisa siempre a pesar de los malos ratos y de la adversidad, siempre fue muy colaborativo, un gran estudiante, muy estudioso. Días
antes de fallecer me entregó su trabajo y me dijo que si no estaba en la exposición le sacara 10, pero que haría lo posible por estar”, comentó la docente. Por otro lado, familiares compartieron un comunicado.
“Exigimos a la Fiscalía de Justicia del Estado de México una investigación pronta y apegada a derecho para dar con los responsables y a las autoridades de Chicoloapan, la aportación inmediata de información para la integración de la carpeta de investigación”. Lamentablemente, hasta el momento, los homicidas se encuentran prófugos.