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Juan Hernández
Luego de unas polémicas elecciones en la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), voces al interior de este organismo empresarial critican fuertemente la nueva diligencia. Por un lado, señalan que la otrora Canacintra, que presumía ser la cámara industrial más grande e influyente de América Latina, hoy no llega ni a los 50 mil afiliados que dicen sus dirigentes, si acaso unos 12 mil y, por cierto, muchos de ellos ni industriales son.
Asimismo, advierten que podría darse una desbandada más de integrantes toda vez que este organismo cúpula no tiene clara una estrategia, ni un portafolio de servicios. Critican la llegada de la nueva presidenta, Esperanza Ortega, quien señalan de ser industrial y ser impuesta por ex dirigentes.
Pese a ello, se le dará el beneficio de la duda. Al tiempo. Y mientas esto ocurre a nivel empresarial, en la CDMX ha creado controversia el concierto de la cantante española Rosalia quien es un icono para los jóvenes. Más allá de especulaciones, entre los jóvenes no hay la queja de su concierto, que no sería lo mismo con otras figuras como los grupos conservadores de ultraderecha que han venido a realizar sus congresos en tierras mexicanas y ahí, nadie dijo nada.
Una de las más asiduas detractoras de la Jefa Claudia, la alcaldesa Sandra Cuevas, de la Cuauhtémoc, donde será el concierto que ofrecerá la intérprete española, acusó en un video a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, por “derrochar más de un millón de dólares” en el espectáculo, que será gratuito el 28 de abril para los asistentes en el Zócalo de la capital del país.