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Luego de asesinar a su madre, Arturo “N” se recostó a lado de ella y comenzó a llorar en la colonia Anáhuac.
Deyanira Carmona
“¡Perdóname mamá!, ¡perdóname mamacita!, ¡no sabía lo que estaba haciendo!”, eran las palabras que gritaba Arturo “N”, mientras las lágrimas se le rodaban de los ojos. Parecía que el hombre, de 37 años de edad, no sabía porque había cometido tal atrocidad, por ello, estaba destrozado al ver a su madre tendida. A un costado de su cuerpo, recostado en la cama, estaba María de los Ángeles “N”, su madre; inmóvil, con el semblante perdido y con un rictus de terror en el rostro.
TESTIMONIOS
“La señora y su hijo tenían como siete u ocho años viviendo aquí, de hecho, el muchacho varias veces llegó a presentar crisis, gritaba, se pegaba en la cabeza y lloraba porque tenía esquizofrenia”, dijo su vecina
Lourdes “N”, a Diario BASTA! Otros vecinos afirmaron que Arturo “N” era muy extraño pues no sabían si se drogaba o sufría alteraciones mentales, de hecho, dijeron que era muy común escuchar que su madre
lo regañara. Sin embargo, aquella noche del 27 de marzo las cosas se pusieron feas, pues alrededor de las dos de la mañana, vecinos comenzaron a escuchar gritos y golpes de un departamento ubicado dentro de la unidad habitacional número 503, localizada en la calle Laguna de Términos, en la colonia Anáhuac en la alcaldía Cuauhtémoc.
“Desde las once escuché varios gritos, de hecho, le pregunté a mi esposo, ‘¿Qué estará pasando?’, pero jamás nos imaginamos que sería algo así”, dijo Lourdes “N”.
Al escuchar gritos y ruidos extraños, los vecinos solicitaron el apoyo de personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes al arribar ingresaron a la fuerza al departamento. “Golpeé a mi madre, la maté” ” El Diablo me dijo que lo hiciera, él me lo ordenó”, expresó Arturo “N” recostado junto el cadáver de su progenitora, luego de que entre sus alucinaciones la golpeó y asfixió hasta quitarle la vida.
DETENCIÓN
Luego de verificar que la mujer de 64 años de edad, ya no contaba con signos vitales, policías solicitaron la intervención de personal forense y al arribar, tomaron las muestras pertinentes para después trasladar el cuerpo de la mujer al Semefo.
Arturo “N”, en pijama fue detenido y trasladado al Ministerio Público, cabe señalar que el dia de ayer, un juez le impuso la prisión preventiva oficiosa en el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial, mientras se desarrollan los cuatro meses que se fijaron para el cierre de la investigación complementaria.
De hecho, la Fiscal Ernestina Godoy, se pronunció respecto a los hechos y dijo lo siguiente: “No permitiremos que el más atroz de los delitos cometidos en agravio de nosotras las mujeres, como es el feminicidio, quede impune. No nos detendremos hasta lograr que en cada caso se haga justicia”.
El lugar donde el joven despojó de la vida a su madre quedó triste y vacío sellado con cinta amarilla que colocó la policía. Frente a la puerta del departamento tintinean dos veladoras, puestas por los vecinos
para que el alma de doña María de los Ángeles encuentre el camino al cielo.