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El alcalde de la alcaldía Magdalena Contreras solapa la acumulación de basura y hasta que usen las ciclovías como estacionamiento
Sadit Gabriel
Entre los años 2017 y 2022, la alcaldía La Magdalena Contreras, ha invertido al menos, $38.1 millones en el mantenimiento de ciclopistas, sin embargo, gran parte de esta inversión ha terminado en la basura, debido a que Luis Gerardo Quijano, alcalde del área, no brinda mantenimiento a dichos espacios, solapa la acumulación de basura, permite que la maleza cubra las rutas ciclistas y además, no ha generado acciones para remover a vehículos particulares del espacio destinado solo para el uso de bicicletas.
Los gastos realizados por la entidad constan en varios documentos: el primero de ellos especifica que durante 2022, la alcaldía pagó a la empresa Recreo Desarrollo Urbano SA de CV, 7 millones 738 mil 629 pesos para rehabilitar la ciclopista San Jerónimo Lídice-Gavillero; otro contrato también fue firmado durante el tercer trimestre de ese periodo, con la misma empresa, por una cantidad cercana a los $7 millones 661 mil 371, para la atención de la misma ciclovía; esto se suma a una inversión que la alcaldía ya había realizado en 2017, momento en el cual pagó $15 millones para restaurar tres kilómetros de la ruta que va de San Nicolás a San Bernabé.
Lo anterior significa que, en los últimos cinco años, La Magdalena Contreras ha invertido $38 millones 138 mil 629 para cuidar, rehabilitar o dar mantenimiento a los espacios exclusivos para los ciclistas de
la alcaldía. No obstante, gran parte de ese gasto ha terminado por perecer ante lo que diversos ciudadanos califican como descuidos por parte de Luis Gerardo Quijano.
Por ejemplo, el 28 de febrero de 2023, vecinos de la calle Magnolia, dentro de dicha entidad, tomaron fotografías de cómo las rutas para bicicletas están invadidas por la basura que los servicios urbanos del alcalde no recogen. Esto mismo ocurrió en otros puntos y como si lo anterior no fuese suficiente, también se captaron rutas donde la maleza ya terminó por invadir las ciclopistas o calles donde tales espacios son
ocupados de estacionamiento (en avenida Ferrocarril de Cuernavaca).