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Ana María Vázquez
Para muchas especies, las manchas, lunares y la diferente coloración en su pelaje le sirven para camuflarse ante los enemigos y depredadores, pero cuando se trata de un partido político, esas manchas se vuelven fuego amigo, y es el caso de muchos supuestos militantes de Morena que día a día contradicen los postulados con los que fue creada.
Un ejemplo, el Senador Monreal, presidente de la JUCOPO, con familiares en puestos clave del gobierno en el país, tratos y cercanía con dirigentes de la oposición, Sandra Cuevas, libros editados via firmas falsificadas, imposición de amigos en puestos que el presidente tuvo que vetar, su respuesta a la entrevista de Roberto Zamarripa del Reforma, contraria al pensamiento partidista donde “elegantemente” se define como “centrista” (tibio, maleable, acomodaticio). Este es uno de los que por ningún motivo deberían estar en un partido creado fuera de las viejas prácticas prianistas de amiguismo, compadrazgo e intercambio de favores. El ha violado una y otra vez los estatutos de ese joven partido fundado presidente Andrés Manuel López Obrador.
“No tiene la culpa el indio”, reza el dicho popular, por lo que deberíamos entonces preguntar al actual presidente de Morena Mario Delgado las razones por las que personajes como él siguen en las listas del partido e incluso en este caso en particular, figura como aspirante a la candidatura presidencial del 2024.
No me imagino un retroceso tan brutal si el actual presidente de la JUCOPO resultara misteriosamente electo en las encuestas, y mucho menos si por un favoritismo del INE, que ya sabemos que solo ve lo que le conviene, Monreal accediera a la presidencia. Sería el fin de todos los proyectos que hasta ahora ha venido desarrollando el presidente, el fin de la 4T, de Morena y la vuelta al priismo con todo lo que ello conlleva. Pregunto directamente a Mario Delgado: ¿Qué favores se le deben?, ¿por qué no se le ha expulsado del partido? ¿qué pasa en Morena?, porque no es el único, hay un puñado de recalcitrantes derechistas que de la noche a la mañana han salido blanqueados a través de una credencial del partido en el poder.
Así no, Mario Delgado. Así no.
