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Ricardo Sevilla
En varias ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado varios vicios y corruptelas que gangrenan el corazón de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Y tiene razón. El corazón de la SCJN está podrido. A muchos ya se les olvidó que hace más de tres años, el 3 de octubre de 2019, el entonces ministro Eduardo Medina Mora, amigo íntimo del escritor Héctor Aguilar Camín, se vio obligado a renunciar a la Suprema Corte de Justicia, arrastrando al cuello una acusación de corrupción. Cabe mencionar que, hasta ese momento, no se había dado el caso de un ministro que hubiera dimitido de su cargo.
Medina Mora, no hay que pasarlo por alto, fue propuesto como ministro por el priísta Enrique Peña Nieto. Mucho se habló, desde luego, de la cercanía que Medina Mora tenía con el PRI y, en especial, con EPN.
Y esa cercanía no era mera suspicacia. Estaba apoyada en los favores y guiños condescendientes que Medina Mora había tenido, una y otra vez, hacia Peña. Recordemos que el 11 de octubre de 2018, dos meses antes de que concluyera la gestión de Peña, la mismísima Presidencia de la República envió a la SCJN un tramposo recurso legal para tender un blindaje judicial en torno a funcionarios del peñato.
Cabe enfatizar que dicho recurso prohibía que las Fiscalías estatales investigaran a funcionarios federales. De esa manera, todos los desvíos de recursos públicos y casos de corrupción no podrían ser desenmarañados. Entre otras cosas, el recurso también impedía que las Fiscalías estatales indagaran la participación de funcionarios de EPN en la Operación Safiro, una treta a través de la cual se desviaron 250 illones de pesos (fondos públicos) en Chihuahua, Sonora, Colima, Durango, Estado de México, Morelos e incluso de la delegación Milpa Alta de la Ciudad de México, para el presunto financiamiento de campañas electorales priístas.
Medina Mora fue un personaje clave en el ardid. De hecho, el dichoso recurso con el que se le cubrían las espaldas a Peña Nieto y a su gabinete fue admitido a trámite por el propio Medina Mora, para mayor exactitud, el 29 de octubre de 2018. Y ese es el recuerdo de Medina Mora en la SCJN. Que no se nos olvide.
