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Ricardo Sevilla
Enrique Krauze ha hecho jugosos negocios en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En especial, durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, el dueño y director de la revista Letras Libres gozó de una enorme influencia entre los ministros del máximo tribunal constitucional de México.
Fuentes que actualmente trabajan en que el Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia aseguran que “hubo ena época en la que Krauze no sólo mantenía una estrecha amistad con algunos magistrados, sino que también imponía lo que la gente veía, escuchaba y se programaba en el canal de la Suprema Corte”.
De acuerdo con esta versión, durante los gobiernos del PAN y del priísta Enrique Peña Nieto, Krauze habría celebrado ventajosos convenios con la SCJN para venderles publicidad en la revista Letras Libres, así como una serie de documentales que fueron preparados (y bien cobrador) por el equipo de Editorial Clío, Libros y Videos S.A. de C.V., una empresa propiedad de Krauze.
“El objetivo del ingeniero, en contubernio con las diferentes presidencias de la SCJN, era manipular la información con el fin de influir en la opinión pública y, al mismo tiempo, debilitar las versiones de la izquierda”, nos aseguró una de nuestras fuentes.
En efecto, mediante documentos a los que pudimos tener acceso, logramos verificar que Editorial Clío, Libros y Videos S.A. de C.V. celebró una serie de contratos y convenios leoninos con la SCJN.
Ha un convenio que llama especialmente la atención: uno donde aparece la firma autógrafa del propio Krauze.
Este convenio, que fue celebrado en la sesión del 30 de agosto de 2010 de la SCJN, fue firmado por Krauze Kleinbort, quien fuera exmiembro del Consejo de Administración de Televisa y del Consejo de Administración del Grupo Financiero Santander México, y es presentado en el documento como el “señor ingeniero”.
¿Por qué los feroces ataques de Krauze, Sheridan y todo el llamado grupo Letras Libres en contra del Presidente, en contra de la Cuarta Transformación y en contra de la ministra Yasmín Esquivel? ¿Será porque estos sicarios de la pluma han visto peligrar su negocio “intelectual”?
