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Ana María Vázquez
La Kena o Ciclón 19 es el que ahora se perfila como principal sospechoso del secuestro de los cuatro norteamericanos en Tamaulipas, su nombre es José Alberto García Villano o Gilberto de la Rosa, un presunto líder del Cártel del Golfo en Matamoros.
También se habla de que fueron sicarios del Grupo Escorpión los involucrados en el hecho. Ayer, durante la mañanera se informó que habían sido rescatados los 4 norteamericanos y dos de ellos habían perdido la vida. A esto se suma la petición que 21 procuradores republicanos quienes pidieron a la Administración Biden, declarara a los cárteles como organizaciones terroristas para “ejercer el poder que le ha conferido el Congreso para tomar medidas rápidas y decisivas para abatir este mortífero azote” Sin negar la urgencia de contener la violencia y el narcotráfico, resulta muy extraña la inusitada reacción del gobierno norteamericano ante el hecho; extraoficialmente se liga a uno de los secuestrados con el FBI; también se dice que fueron confundidos con narcotraficantes haitianos y en Estados Unidos se calienta la caldera con el video de las víctimas en el contexto de los preparativos para las próximas elecciones.
El gobierno de Estados Unidos siempre ha amenazado con invadir a nuestro país, pretextos nunca han faltado: narcotráfico, migración, contrabando, etc. El gran “policía del mundo” nos ha puesto por delante sobre todo cuando comienzan las campañas para posicionar a sus precandidatos.
La desafortunada suerte de los 4 norteamericanos y la reacción de su gobierno fue al punto de ofrecer una recompensa de 50 mil dólares por su localización, cosa que no había sucedido antes, prende los focos rojos ya que también corre el rumor de que fue el propio FBI, junto con la DEA quienes localizaron a los afroamericanos.
Ahora, evidentemente se subirá el tono de los reclamos de nuestros vecinos hacia Biden para que rebasen los límites de nuestro país y “pacificarlo”.
La herencia de Fox, Calderón y Peña siguen vivas y al parecer incontenibles.
