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Jorge Gómez Naredo
No sabemos aún si Genaro García Luna será declarado culpable por un jurado en la Corte de Nueva York, en Estados Unidos. No sabemos, en caso de que sea así, cuántos años pasará en la cárcel. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón protegían al cártel de Sinaloa. Si hace memoria, uno se encuentra con que la llegada del PAN a la presidencia de la República coincide con el
ascenso del cártel de Sinaloa como la organización criminal hegemónica en el país.
Vicente Fox ganó la presidencia en julio de 2000, y tomó posesión el 1 de diciembre de ese año. Un mes y medio después, el 19 de enero de 2001, Joaquín “El Chapo” Guzmán se escapó de Puente Grande, un penal de alta seguridad en Jalisco. A partir de ahí, el cártel de Sinaloa se convirtió en una de las empresas delictivas más rentables del mundo. Tan es así que, unos años después, en 2009, el capo apareció en la lista de Forbes de los hombres más ricos del mundo.
Durante el sexenio de Vicente Fox, el cártel de Sinaloa se fortaleció y extendió. Y quien coordinaba todo el apoyo a esta organización delictiva era Genaro García Luna, entonces director de la Agencia Federal de Investigación (la cual creó Fox).
Con Felipe Calderón, García Luna ascendió y llegó a secretario de Seguridad Pública, y el apoyo al cártel de Sinaloa fue más amplio y decidido. La guerra contra el narco de Calderón era sólo contra unos cárteles.
Así pues, es evidente que durante lo años que gobernó el PAN, el cártel de Sinaloa se benefició, y se convirtió en una organización poderosa, rica, y que no podía ser tocada. En pocas palabras: cogobernó México.
Y eso hoy nadie lo puede negar.
