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Abraham Mendieta
Hace apenas unos días, uno de los periodistas acusados de recibir dinero a través de los grupos delincuenciales, para limpiar la imagen de García Luna en los medios de comunicación, nos hizo una advertencia, casi
una amenaza, a todas y a todos. Según él, en el caso de que Genaro García Luna fuera hallado culpable de los delitos de narcotráfico en la Corte de Nueva York, mientras estaba al frente de la Secretaría de Seguridad Pública de México, los que vivimos en este hermoso país, veremos dañada nuestra credibilidad y nuestra reputación.
No deja de ser sorprendente, e incluso, bastante ofensivo, que aquellos que sistemáticamente se beneficiaron del dinero generado por los vínculos entre la delincuencia organizada y el poder político, ahora sean los que quieren amenazarnos con las consecuencias de sus actos, como todos hubiéramos sido sus cómplices, y no sus principales víctimas.
Ahora sí, se dicen muy preocupados por la imagen que México pueda tener en el mundo entero después de que un alto funcionario, la mano derecha de el expresidente, Felipe Calderón, quede retratado mundialmente como lo que probablemente era: un aliado de la delincuencia organizada, que tenía padrinos en todas las esferas del poder político, económico y mediático.
Y ojalá esta reflexión en la que supuestamente les preocupa la imagen de México, la hubieran tenido antes, porque efectivamente, sí le hicieron mucho daño al país, pero especialmente a su pueblo, que sufrió más que nadie la absurda guerra contra el narcotráfico, en la que los delincuentes militaban en ambos bandos, mientras los muertos se multiplicaban. Que paguen su culpa los traidores, y que no se escondan tras este pueblo valiente, al que tanto daño le hicieron.