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“En México esta práctica no es epidemia, es peste, y la estamos combatiendo”, señaló AMLO al respecto
Enrique Sánchez Márquez
Con todas sus letras, el presidente Andrés Manuel López Obrador, subrayó “que el pueblo se cansa de tanta pinche transa, en alusión a los empresarios que se enriquecen con el esfuerzo de los trabajadores y cuando quiebran simplemente se van
con su dinero a otra parte. Dijo lo anterior en relación al reciente anuncio de quiebra de Aeromar que se suma a tres líneas más que han suspendido vuelos, en gran medida por malos manejos: Mexicana de Aviación, Interjet y Aviacsa.
Por el cierre de Aeromar, López Obrador expuso que “fue una empresa mal administrada”, son de esos casos donde “quiebran las empresas, pero no los dueños”. Y comparó el caso con el Fobaproa. “Nuestros adversarios, todo lo que sucede nos culpan a nosotros”, apuntó.
A su juicio, consideró que la corrupción en el país, no es una pandemia, es una peste y la posibilidad que tiene México de salir adelante es, básicamente, no permitir más esta práctica, sostuvo, al mencionar el caso
de García Luna. En las referencias que están en su memoria, compartió que en 2013 le dio un infarto, cuando encabezaba protestas contra la reforma energética. Criticó la entrega de contratos a empresas ligadas a este sector, pero que no producían ni un barril de petróleo.
Claro que podrían cancelarse, consideró, pero como el pueblo de México dijo basta y se inició la 4T no les dio tiempo de entregarlo todo. Acusó que también se iba a entregar el litoral de Yucatán y Quintana Roo.
SE HAN AHORRADO 3 BILLONES DE PESOS
En esta tarea contra este mal, estimó que se han ahorrado de 2 a 3 billones de pesos. En una reseña de cómo ha sido este proceso, comentó: “Por lo general, el político corrupto es una lacra, socialmente hablando, porque es pura extravagancia”. Aquí enroló a “los Claudios”, (X González y compañía), dentro de los empresarios que se enriquecen a costa de los trabajadores y todavía quieren regresar por sus fueros, los muy corruptos”. Y para que vean la magnitud de sus ganancias, pidió a Jesús Ramírez, su salvaguarda en materia de datos escondidos que recupera de alguna manera, pidió que buscará datos de la utilidad neta de la banca en México, asegurando que le ha ido bien a los mexicanos “porque ya quitamos la variable corrupción”.
Casi, casi, a manera de juramento, López Obrador aseguró que al reducirse la pobreza en México, no olvidemos que el principal problema del país es la corrupción. De los avances al frente del gobierno, agregó, puedo probar que no hemos aumentado en términos reales, gasolina, diesel, luz, ni impuestos. Resaltó los subsidios a los combustibles. No me puedo sentir mal, porque desde que estoy en el gobierno estoy cumpliendo con mi compromiso de que no está aumentando el precio de la luz en términos reales, declaró.
Colectivamente estamos atendiendo los problemas del pueblo, dice al mencionar programas sociales. El gobierno no es un centro de investigación, no es una universidad pública, aquí tenemos que atender a todo el pueblo, expresó, al señalar que “el apoyo va de abajo hacia arriba”.
A propósito de nuevos planes para obras, López Obrador recalcó que su gobierno ya no está comenzando nada que no pueda terminar: “No quiero dejar un tiradero de obras inconclusas, como nos pasó a nosotros”.
Nuevamente acusó que “por la transa” construían hospitales y muchas obras que aún siguen inconclusas.
