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Jorge Gómez Naredo
El golpe fue durísimo para Felipe Calderón. No porque no sospecháramos lo que, en realidad, se sospecha desde hace ya muchos años, sino porque lo que sospechábamos se dijo en un juicio en Estados Unidos.
Edgar Veytia, el ex fiscal de Nayarit, afirmó en el juicio en contra de Genaro García Luna que Felipe Calderón le ordenó en 2011 a Ney González, entonces gobernador de dicha entidad, que dejara de apoyar al cártel de los Beltrán Leyva, y mejor protegiera al de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Hasta ahora existía la gran duda de si Felipe Calderón sabía de los vínculos que Genaro García Luna tenía con el cártel de Sinaloa. Sin embargo, con estas declaraciones de Veytia, queda claro que sí sabía, y que incluso participó en la protección de ese cartel.
El expresidente, quien actualmente vive en España, salió a “desmentir” lo dicho por el exfiscal: dijo que aunque se había reservado opinar sobre el juicio a García Luna, lo iba a hacer porque era imperativo
negar “categóricamente” lo dicho en el juicio, pues él -afirmó- nunca negoció ni pactó con criminales.
Felipe Calderón, sin duda, sabía que García Luna tenía vínculos con el crimen organizado. Es imposible que, como presidente del país, no supiera que su secretario de seguridad estaba involucrado con un cártel de la droga. Por eso que hoy niegue ese vínculo sólo evidencia el enorme cinismo que siempre ha tenido Calderón.
Lo duda que queda ya no es si Calderón sabía de los vínculos de García Luna con el cártel de Sinaloa, sino si, en un futuro cercano, se le enjuiciará también a él. Millones de mexicanos gozarían con un
juicio contra Calderón, quien le hizo un daño tremendo a México y a los mexicanos.
