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Enrique Sánchez Márquez
Como dicen los aficionados de la lucha libre, la aspirante de la alianza ‘Va Por México’ a la gubernatura del Edomex, Alejandra del Moral, está en las cuerdas y nadie le dice como romper esas llaves chinas que la están asfixiando. La dejan que se entretenga dando abrazos a diestra y siniestra, repartiendo regalitos y sembrando de promesas los caminos de la entidad mexiquense.
Desde fuera se le ve como flota y se mantiene cada vez con mayor debilidad, sometida a los vientos que día a día enfurecen a su paso. No hay estrategia de mensajes, ni mucho menos un equipo de comunicación que difunda, multiplique y siembre simpatías por la candidata. Todo se lo dejan a sus palabras, a su acción, su visión, y no es mucho lo que ella pueda hacer.
La aspirante que descarga toda su ira contra comunicadores que no le siguen la corriente o que de plano le expresan su desacuerdo, se queda sola y así va a terminar si no da un giro de timón a la estrategia, -si la hay- dirigida a ganar votos para el día de las elecciones. -Me cagan los periodistas, maneja como su frase favorita. No los soportó. Son una caca, repite una y otra vez, pero no hace nada por cambiar.
A decir verdad no es mucho lo que puede hacer porque el equipo de comunicación encabezado por Jorge Pérez tiene otro patrón y obedece a otro patrón, por ahora el más poderoso de la entidad, el gobernador Alfredo del Mazo.
No es de escatimarse el fuerte apoyo que Del Moral recibe de Enrique Peña Nieto, Eruviel Avila, Arturo Montiel y de Emilio Chuayffet, pero los millones de pesos que han dispuesto para llevarla al triunfo se encaminan a la basura, por la ineficiencia, indiferencia e ignorancia con el que su equipo de comunicación maneja la gigantesca tarea de promoverla.
