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De diciembre de 2021 a diciembre de 2022, la población de la alcaldía pasó de tener una percepción de inseguridad del 53.8 por ciento a 68.9
Alier Blancas
A la alcaldesa de Milpa Alta, Judith Vanegas Tapia, poco le ha importado estar en el poder y velar por el bienestar de su gente. Y es que de diciembre de 2021 a diciembre de 2022, la población de este territorio pasó de tener una percepción de inseguridad del 53.8 por ciento a 68.9, un aumento del 15.1% respecto al año anterior.
En ese sentido, se expone que es la calle donde se sienten un 57% inseguros, le sigue el banco un 58.9%, el transporte publico con 67.1% y el cajero
automático en vía pública con un 74.3 por ciento. Además, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante 2022 se abrieron 41 carpetas de investigación por el delito de violación, así como 61 por la falta de robo a casa habitación.
Pese a que la edil recurrentemente expone en sus redes sociales mesas de trabajo de Seguridad Ciudadana, donde se dan cita a autoridades de los diferentes niveles de Gobierno, la realidad es que no existen programas constituidos para la protección de la gente.
Por si fuera poco, la población que tuvo que enfrentarse a situaciones violentas en el tercer trimestre de 2022 en la demarcación alcanzó el 47.6%, es decir, casi la mitad de la población que haber tenido conflictos o enfrentamientos en Milpa Alta; Vanegas no ha elaborado ningún plan integral de seguridad o estrategia específica para contrarrestar dichas cifras.
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