36 lecturas
Ricardo Sevilla
¿Quién atentó contra Ciro Gómez Leyva? Esa es la pregunta que todavía está en el aire. Ayer, el presidente López Obrador estimó que el ataque contra el presentador de noticias podría haber sido para propiciar una desestabilización. Y no sólo eso.
El primer mandatario dijo que el ataque podría haber sido un acto de sabotaje alentado por el mismo conservadurismo. Sin embargo, Ciro, siguiendo su estilo socarrón, se burló e ironizó sobre las palabras de AMLO en su programa de radio: “¿Quién es el conservadurismo? ¿Claudio X. González?”, dijo.
Pero más allá del sarcasmo con el que Ciro respondió al Presidente, lo cierto es que el comunicador sabe perfectamente quiénes han golpeado, calumniado, agraviado y saqueado a este país. Y ellos son precisamente el conservadurismo, un conservadurismo que él mismo profesa y practica diariamente.
La hipótesis del Presidente no me parece descabellada. ¿O a quién cree usted que hubieran responsabilizado de haberse consumado la transgresión contra Ciro? ¡Exacto! El conservadurismo no hubiera dudado en alzar su dedo flamígero contra el gobierno que encabeza López Obrador. Pero seamos tajantes: el atentado contra Gómez Leyva no fue porque quisiera “acallarlo el poder”. No. Nadie quiso atentar contra su libertad de expresión.
Tampoco fue una represalia ante algún reportaje de los que este personaje ha presentado en sus espacios. En realidad, quien fue a buscar al comunicador fue un grupo de narcomenudistas. Sí, narcomenudistas, esos son delincuentes que, como usted sabe, venden drogas en pequeña escala. Delincuentes que comercian y suministran droga.
Y usted sabe muy bien que los narcomenudistas suelen atentar contra quienes que no pagan su mercancía, contra sus clientes morosos. Ah, y también atentan contra las bandas rivales. No digo, como otros afirman, que Gómez Leyva debiera dinero a sus dealers ni que forme parte de una banda rival. Nada de eso nos consta. Pero sí me pregunto ¿por qué un grupillo de narcomenudistas apareció para balacearlo? ¿No hay autor intelectual?
¿O acaso los narcomenudistas son los autores intelectuales? Y, en ese caso, no puedo dejar de pensar en el caso del conductor Paco Stanley.