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Juan Hernández
La tragedia de la Línea 3 del metro, fue el escenario perfecto para la embestida de los opositores, no sólo a la jefatura de gobierno capitalino, sino a la propia Cuarta Transformación, encabezada por Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, es la propia ciudadanía la que frena estas embestidas, lo que le tocó vivir en carme propia la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, quien luego de apersonarse en la estación del Metro Potrero para “tomarse la foto”, repartir “agüitas” y hacer su propaganda, prácticamente fue expulsa- da por los usuarios, quienes, con abucheos y reclamos, hicieron que ella y su equipo se alejara del lugar.
De inmediato, Morena en el Congreso capitalino le reviró a ella y al PAN que usaron la tragedia para desinformar y difundir un falso discurso de apoyo a las víctimas.
“Lo único que les interesa es la rapiña y el lucro con el dolor ante la total falta de proyecto político y de ideas. El circo que hacen de los acontecimientos es politiquería, mentira que les importe la gente”.
La confrontación cada vez más encarnizada entre opositores y pro 4T, pone a prueba la fortaleza del proyecto de nación de AMLO.
Soy taxi, no microbús, dijo un ruletero (curiosamente de un Tsuru destartalado) que se negó a llevar a 4 pasajeros. Y luego se quejan de que los exhiben.