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Salvador Guerrero Chiprés
Este domingo, los adversarios de la 4T y en particular del gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum en la capital nacional, buscaban los puntos débiles de una estrategia sistemática y sensible de repuesta a la tragedia del Metro Potrero-La Raza, que enlutó a una familia y dejó un centenar de lesionados.
Batallaban para mantener la agresión sin mostrarse mezquinos u oportunistas.
Con puntual seriedad, fue presentado el seguimiento del sacudidor accidente: un funcionario por cada lesionado dará seguimiento a sus necesidades; no ha disminuido el financiamiento del Metro; cesaron al encargado de operaciones y se comunicará la evolución a los comités que investigan, de carácter técnico, y la comisión correspondiente de la Fiscalía General de Justicia.
Imposible, también, no advertir que el cese del subdirector de Operación, Alberto García Lucio —sustituido ya por Francisco Echavarri— ocurre cuando se defiende el argumento de la eficacia de la gestión automática recientemente innovada. Es de observar un posible error humano.
También está claro: eventos de carácter laboral y de gestión política de gobierno son revisados. La Secretaria de Administración y Finanzas, Luz Elena González, precisó que hay un crecimiento presupuestal de 25% para el Metro en- tre 2021 y este año.
La FGJ, encabezada por Ernestina Godoy, analiza evidencias, incluida la participación de personal sindicalizado, para garantizar ausencia de impunidad.
La tentación de aprovechar la tragedia para colocar la crítica a Sheinbaum en el centro implica irresponsabilidad respecto de las y los afectados, así como sus familias.
Año de sacudimientos. Lo político electoral alternativamente ensombrecerá y hará brillar los perfiles de quienes hacen vida pública.