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Edgar Cerda Martínez.
Estamos a unos cuantos días de que se reanude el servicio subterráneo de la línea 12 del Metro, esto después del trágico accidente donde se derrumbó parte del tramo elevado y que tuvo serio impacto político para Claudia Sheinbaum.
Dicho evento se derivó de una mala soldadura, en mi punto de vista, la responsabilidad de esa falta es de la empresa que realizó el trabajo y, en segundo plano, la empresa auditora de dichos trabajos, ya que para eso son contratadas; tanto empresa como auditora. Si bien, este evento ocurrió bajo la administración de la Jefa de Gobierno, por ende, se acarrea cierta responsabilidad que no se puede negar.
Sin embargo, sí hay un esfuerzo a nivel Gobierno para mejorar al metro, pero existen colaboradores dentro del sistema que parecieran no ver con los mismos ojos los esfuerzos de la JDG y hacen de las suyas en diferentes áreas dentro del metro.
Y es aquí el punto en el que quiero hacer énfasis, tanto el liderazgo del presidente como el de la Jefa de Gobierno, representan honestidad y austeridad, pero algunas veces subordinados no aplican esa misma filosofía, y es complicado poder identificar a l@s funcionari@s corruptos dentro una administración que va en contra de esto, por eso es vital señalar a quienes incurren en dichas prácticas.
Cabe destacar que, un proyecto muy ambicioso de cambio de voltaje del STC, se está llevando a cabo después de casi 2 administraciones que lo planearon, pero no liberaron el recurso para llevarse a cabo y hoy está en una etapa muy avanzada y próximo a concluir. Deberán seguir esos esfuerzos, sobre todo en mantenimiento para echar andar trenes que hoy se encuentran parados por falta de eso, mantenimiento.
En lo general, pareciera que después de una pésima administración bajo Florencia Serranía, funcionaria corrupta que fue destituida, hoy, el Metro está bajo cierto control.