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Jorge Gómez Naredo
El empresario Claudio X. González es el actual líder de la oposición. Logró que se unieran el PAN, el PRI y el PRD. Ahora está trabajando, a marchas forzadas, para que en esa alianza también vayan los de Movimiento Ciudadano. No les ha llegado al precio, pero en ésas anda.
Claudio es el patrón. El que manda. El que ordena. El que decide. Él financia la mayoría de las campañas anti-AMLO, o más bien se encarga de recolectar el
financiamiento entre grupo de selectos empresarios que odia a la izquierda y a la actual administración.
En redes sociales Claudio es muy activo. Todos los días critica a Andrés Manuel López Obrador. Su cuenta de Twitter es como el evangelio para muchos opositores. Hace unos días, escribió: “Es una irresponsabilidad mayúscula el dividir y polarizar desde la presidencia de la República. Ése quizá sea el peor legado de López Obrador y su mal-llamada 4T. Los efectos durarán más allá de su pésima administración, como el peronismo. Un legado de odio y encono”.
Según Claudio, AMLO es quien divide a la población y la “polariza”. Eso es una falacia. Los mexicanos han estado divididos entre los que tienen mucho y los que tienen poco o nada.
Así pues, la división existe desde hace mucho, y es normal que quienes han sido invisibilizados durante años, vean con buenos ojos a un gobierno que los ha puesto como el eje de todo.
Andrés Manuel no polariza; lo que hace es politizar: ha hecho que millones de mexicanos, hartos de la corrupción y de gobiernos insensibles, decidan cambiar al país. Ahí radica, en parte, la Cuarta Transformación: en el pueblo que ha dicho “ya basta”.