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Samuel Cantón Zetina
La marcha del domingo 13 fue en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la 4T, ni modo que del INE, con su consejero presidente de $240,500 mensuales; de la reducción de legisladores o de que se entregue menos dinero a partidos, para dejar de enriquecer a líderes, y órganos electorales.
Pero logró dos cosas: confirmar que en la CDMX hay un enorme sufragio contrario a MORENA, y advertir a la oposición que está siendo rebasada por la ciudadanía.
El mensaje es muy claro: si los partidos contrarios al oficial continúan traicionando a la población, solitos se están condenando a muerte.
Luego de la marcha -el revire de Palacio era previsible-, un par de cuestiones forma parte
de la agenda nacional: la idea de que el PRI “se encareció” para las negociaciones de la Reforma Electoral, y el anuncio de que PAN, PRD y el tricolor irán en alianza por la gubernatura del estado de México (de ganar, sería también una coalición de gobierno).
La bien ganada fama de mercenario del dirigente Alito Moreno hace temer que en una de esas, al PRI se le quita lo bravo y vende sus votos en San Lázaro.
No sería raro.
Aunque esa posibilidad tampoco se descarta a propósito de los otros partidos.
Bajo esa óptica, no es más el miedo que la 4T puede tener a la oposición por la marcha, que el de la propia oposición por el levantamiento social.
“Es realmente ridículo decir que el INE no se toca… ¡claro que se toca!… ¿pues que Moisés bajó con las tablas de la ley, y traía ahí al INE, y es palabra de Dios y no se toca? Nada está escrito en piedra, y la prueba es que la Constitución ha tenido más de 700 modificaciones desde su promulgación en 1917”, opinó el historiador y profesor emérito del Colegio de México, Lorenzo Meyer.
Córdova, al que “se defendió” el 13, es uno de los 14 servidores públicos que ganan más que AMLO.
Y DE MAÑANA… SE LLORÓ menos a “Frida”, la perrita rescatista heroína, que a cualquier político o gobernante ladrón…