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Ana María Vázquez
Fue una nota que apenas notabas en el diario norteamericano que hasta poco defendía los postulados que desde los años 30 invadieron la economía mundial; la venta de activos de las naciones, por supuesto solo las del llamado “tercer mundo” tuvo su auge a finales de los años 70 y por primera vez escuchamos el término globalización.
Por supuesto que lo hacían por “el bien del país”, decían, aunque en realidad solo lo fue para unos cuantos. Bajo este modelo económico las empresas mexicanas comenzaron a quebrar “misteriosamente” para ser rematadas a las trasnacionales; los contratos de explotación por 20, 50 y hasta más de 90 años se hicieron comunes, se abandonó el campo, la minería y las producciones que abastecían de básicos a las ciudades; frijol y maíz dejaron de sembrarse para dar paso a la importación, pero la riqueza prometida llegó solamente para 24 familias que fueron las beneficiadas y por primera vez la lista de Forbes anunció a los 2 primeros multimillonarios en el ranking global, irónicamente cuando el nivel de devaluación que ya desde el sexenio de De la Madrid había superado el 1000%, con Salinas siguió en caída libre un 50%.
El neoliberalismo consideraba a la población incapaz de decidir sobre su propio destino, teoría que hoy, sorprendentemente muchos todavía suscriben. Los tratados internacionales fueron las vías que se usaron para un “marco legal” al saqueo y venta de producción, empresas y territorio. A partir de 2018, los programas Sembrando Vida y Crédito Ganadero empezaron a apostar por el autoabasto y el consumo local; se han revisado y restringido contratos que lesionaban intereses nacionales como los de Iberdrola y Calica para revertir el daño que el neoliberalismo nos dejó. Pero la tarea es ardua, los estragos causados por un modelo económico que causó destrucción, saqueo y muerte no se pueden revertir de la noche a la mañana. Con todo y aunque sea una pequeña nota en el ‘New York Times’, se admite que más que un modelo económico, fue una moda a través de la cual el gobierno de EU siguió conservando su hegemonía.
P.D. Elon Musk visita Nuevo León, lo acompaña
el embajador Ken Salazar (que antes estuvo en Zacatecas tratando de “ayudar”). Curiosamente Musk y Samuel García han firmado un contrato de “confidencialidad”. ¿Esto es legal? La Federación está sujeta a la soberanía nacional, ya no son los tiempos de acuerdos en lo “oscurito”.
