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El responsable aprovechó que la niña estaba sola para atacarla en su domicilio, luego escapó.
Redacción Grupo Cantón.
De 9 a 35 años es la pena de Ley en México por copular con un menor de edad sin su consentimiento. Pensar hasta dónde es capaz de llegar la brutalidad humana resulta ser impactante, sobre todo de aquellos que satisfacen sus necesidades sexuales con menores de 18 años y con niños.
Las autoridades mexicanas se han hecho “ojo de hormiga” con diversos caso de pedofilia en el país, como los casos expuestos en el reportaje Los Acapulco Kids por el periodista Alejandro Almazán, el cual expone los casos de prostitución infantil en el estado de Guerrero. Hace unos días, se suscitó un terrible caso en la alcaldía Nezahualcóyotl, minutos antes de la medianoche, cuando un hombre, desde el cuartucho de enfrente, estudió varias semanas a su víctima. Esperó que la madre de las tres niñas saliera a hacer unas compras, para que las dejara solas y así el, poder ejecutar su terrible plan.
“¡Voy a comprar unas cosas, niñas!, ¡no le abran a nadie!, ¡voy a venir rápido!”, dijo la mujer a las tres pequeñas niñas mientras se ponía su chamarra, tomaba su monedero y guardaba en su bolsa las llaves. La mujer recorrió varias cuadras, muy cerca de su domicilio ubicado en la Calle 13, esquina con Pirules, de la colonia Maravillas, en Neza.
No tardó mucho tiempo, en comprar algunos alimentos y regresar a la vecindad, donde al arribar presintió que algo no estaba bien, por lo que apresuró el paso hasta llegar a la puerta. Al entrar no daba crédito a lo que sus ojos vepían, las cosas cayeron al suelo como si sus brazos se desvanecieran, dos de las tres niñas le dijeron llorando “¡mamá hay mucha sangre!”. La mujer buscó desesperada a su hija de 9 años y al encontrarla se quedó sin palabras, pues estaba recostada en el piso sobre un gran charco de sangre.
En el cuello tenía una cortada realizada con un cuchillo, además de que la menor presentaba signos de abuso sexual. La mujer completamente desesperada llamó al número de emergencia 911, por lo que minutos después arribaron al lugar de los hechos varios policías, pero el violador se había hecho ojo de hormiga.
Las dos hermanitas de la víctima, quienes fueron testigos de los hechos, describieron al violador como “su vecino”, de quien ya se hizo un retrato hablado y es buscado por la policía. “Ojalá ase pudra en el infierno”, exclamaron vecinos de la menor..
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