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Ricardo Sevilla.
Tras el estrepitoso fracaso de la alianza Va por México, Claudio X. González Guajardo presentó, en el Polyforum Cultural Siqueiros, otra organización llamada Unid@s.
Se trata del enésimo esfuerzo de este empresario, obsesionado por detentar el poder tras el poder, por construir un bloque opositor al Gobierno de la Cuarta Transformación.
Este organismo, aunque se presume nuevo, en realidad recicla miembros de seis asociaciones civiles, todas, claro, vinculadas a Claudio X.: Sí por México, Unidos por México, Sociedad Civil México, Poder Ciudadano MX, Frente Cívico Nacional y UNE México.
El objetivo de esta agrupación, de acuerdo con el perredista Guadalupe Acosta Naranjo, devenido a ramplón vocero de Unid@s, es “buscar la máxima unidad posible entre ciudadanía y partidos políticos opositores para la elección presidencial de 2024”.
Pese a que Unid@s presume ser un grupo ciudadano y apartidista, no es así. Y no es así porque entre sus miembros se encuentran longevos, ajados y derrotados políticos como Emilio Álvarez Icaza, Graco Ramírez, Carlos Medina Plascencia, Carlos Navarrete, Guadalupe Acosta Naranjo y hasta el siempre malogrado porro Fernando Belaunzarán, así como un opaco florilegio de integrantes del PAN, PRI y PRD.
Durante la aburrida y repetitiva presentación de Unid@s, el amigo del malvado señor X., Gustavo de Hoyos, empresario y expresidente de la Coparmex, hizo un llamado “a los partidos políticos de oposición a que actúen en defensa de la democracia” y “a la sociedad a seguir actuando como contrapeso a los excesos del poder”.
Pese a la cansina afectación del discursos, lo cierto es que “Claudio X. González y sus aliados mienten descaradamente. A decir verdad, lo único que le ha interesado a estos eternos detractores del pueblo de México es continuar fungiendo como intermediarios entre el gobierno y los beneficiarios de los programas sociales, como hacían en los sexenios anteriores.
En suma: lo que este enervado grupo de fifís quiere no es atender las demandas ciudadanas ni el bienestar del pueblo, sino desvalijarlo. Justo como hacían en el pasado.
