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Sebastián Ramírez Mendoza
Este lunes la doctora Sheinbaum rindió su Cuarto Informe de Gobierno frente a miles de capitalinos, autoridades, gobernadores y legisladores de todo
el país.
Acompañada de su gabinete, hizo un balance sobre las acciones y resultados en materia de educación, innovación, austeridad, seguridad, movilidad, medio ambiente, bienestar, y tantas más que no nos alcanzarían los renglones para detallar.
Es interesante el escenario en que la jefa de gobierno llega a su penúltimo año: con una alta aprobación entre la ciudadanía y el movimiento, y demostrando no solo prácticas ejemplares para el resto de las entidades, sino también una altura política destacable, que se hace más evidente si pensamos en su impecable relación de colaboración con sus pares, independientemente del partido al que pertenezcan.
A pesar de que para las mujeres que hacen política, el camino resulta más adverso, también ha demostrado en cuatro años que, anclada en
sus convicciones, puede gobernar conjugando su formación científica y su sensibilidad social para dar resultados tangibles a todas las personas, entregando una ciudad más segura, más moderna, más incluyente y más justa.
Es evidente el legado tan grande que este gobierno le deja a la capital del país, y es algo que nosotros, como ciudadanía, debemos proteger de quienes representan el retroceso.
Como he dicho antes, la derecha decidió atrincherarse en nuestra ciudad para disputarla, pero después de una administración como la de Claudia Sheinbaum, la vara les queda muy alta para el 2024.
