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Arreando al Elefante | Fuego amigo

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Ana María Vázquez

Los terabytes filtrados por el grupo Guacamaya solo pone en evidencia la extrema vulnerabilidad en la
que la información “sensible” ha permanecido por varios meses, más allá de la salud del Presidente, el volumen filtrado se irá por supuesto dando a conocer públicamente y, dependiendo de la ética de quien posea los datos, pone en riesgo la integridad de testigos, informantes y operaciones que deberían estar bajo resguardo por ser secretos de operatividad, sin embargo, han sido MESES en los que la vulnerabilidad del sistema informático ha permanecido descuidadamente vulnerable.

¿A quién beneficia esto?, alguien, dentro de la cadena del Ejército no hizo su trabajo adecuadamente, ya que la vulnerabilidad
en los sistemas fue detectada desde el año pasado, la pregunta es ¿por qué?

No es el primer hackeo que sufren las instituciones, ya en 2018 se informaba de un ataque masivo al
Banco de México, cuyo saldo fue de 300 millones
que se “esfumaron” y antes de ese, otro en 2017, del que se habló poco, pero cuyo monto también fue espectacular.

En un estudio de 2020, se apuntaba que los gobiernos federales y el Ejército fueron los sectores más atacados en Latinoamérica, particularmente en nuestro país.

Instituciones como la Conapred, Condusef, Pemex, CNH y otros 12 sitios pertenecientes a gobiernos de los estados han reportado ataques cibernéticos, los principales entre 2020 y 2021.

En 2020 se presentó la Estrategia Nacional de Ciberseguridad, pero JAMÁS se implementó, y si bien es cierto que nunca habrá una estrategia de seguridad totalmente invulnerable, la falla que el grupo Guacamaya ha encontrado ha sido la mayor de los países que este mismo grupo vulneró: El Salvador, Chile, Perú y Colombia.

“No hay nada que no se sepa”, dijo en un primer momento el Presidente, sin embargo, la información que puede vulnerar los derechos de los ciudadanos o la seguridad de un país debe estar siempre bajo la mayor custodia. 6 terabytes no es poca cosa, es información que data de 2016.

Los contenidos de lo obtenido se irán conociendo por las fuentes que ya sabemos y probablemente tengan mucho material para cada viernes por la tarde; lo importante sería deslindar responsabilidades del fuego amigo que permitió que la información contenida en esos archivos permaneciera pública desde por lo menos el 15 de septiembre pasado y vulnerable desde un año antes.

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