102 lecturas
Ricardo Sevilla
Javier Coello Trejo dice tener pruebas de que el padre del gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villarreal, tuvo vínculos con el narcotraficante Juan García Ábrego.
Pero Coello Trejo, alias “el Fiscal de Hierro”, apuesta al olvido. Cree que la gente no recordará su nebulosa labor como subprocurador de Investigación y Lucha contra el Narcotráfico en la PGR.
Los números alegres que él mismo cacarea dicen que el “Fiscal de Hierro” logró encarcelar a mil 200 funcionarios, exfuncionarios y empresarios.
Sus amigos y admiradores, todos prianistas y personajes de derecha, ensalzan Coello por haber logrado la captura de dos “peces gordos”: Miguel Ángel Félix Gallardo, entonces líder del Cártel Guadalajara, y a Joaquín Hernández Galicia “La Quina”.
Pero esos “logros” son el currículo con el que, desde hace años, se presenta. Pero lo cierto es que a Coello Trejo se le ha relacionado con escándalos que le involucran al crimen organizado y violaciones a los derechos humanos. Recordemos un caso: en la época en que fue secretario de Gobierno en Chiapas, en la década de 1980, fue señalado por haber ordenado desapariciones, torturas y sembrar pruebas falsas a maestros y estudiantes.
Durante su época en la PGR, donde fue colocado por su amigo y protector, Carlos Salinas de Gortari, “el padre de la desigualdad moderna”, como lo ha llamado AMLO, fue acusado por haber perpetrado incontables violaciones a los derechos humanos de forma sistemática. De hecho, justo por la enorme cantidad de denuncias contra de él y su grupo se ordenó la creación de la CNDH.
Aunado a las denuncias de violaciones de su equipo, Coello Trejo tuvo que dejar su cargo en la PGR por sus supuestos nexos con un Cártel que operaba en este estado. Por si fuera poco, en 1993 hubo rumores de que en el rancho de Coello, en Chiapas, fue donde se capturó a Joaquín Guzmán Loera por primera vez.