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Recientemente se expuso una nueva filtración: los jóvenes habrían sido desmembrados y disueltos en ácido
Alier Blancas
La Ciudad vive un riesgo latente de violencia el día de hoy, cuando se cumplen 8 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapan, debido a las últimas filtraciones de información y manifestaciones que han habido tanto en la Embajada de Israel en México, donde se exigió la extradición de Tomás Zerón, el entonces titular de Agencia de Investigación Criminal (AIC) y señalado de tortura, en la Fiscalía General de la República (FGR) donde se reprochó el hecho de que el extitular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, obtuviera una suspensión provisional y en la puerta 1 del Campo Militar 1-A donde presuntos normalistas aventaron petardos y cohetones que derribaron las puertas del lugar al son de “Fue el Ejército”.
A ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, su memoria sigue sin descansar y sin hacerse justicia. Aquel fatídico 26 de septiembre de 2014 marcó un antes y un después en la historia de todo México, provocando que padres y jóvenes se manifestaran, a lo largo de todos estos años con un solo objetivo, conocer la verdad.
LA NUEVA VERDAD
La actual versión de los hechos índica que autoridades de los tres niveles de gobierno, incluido el Ejército, tenían conocimiento pleno de todo lo que sucedió esa noche, además de que los normalistas fueron llevados a Loma de Coyotes, mientras que los que fueron previamente detenidos por la policía de Huitzuco, fueron llevados hacia ese municipio, para ser asesinados.
UNA NUEVA FILTRACIÓN
Se filtró información, del mismo documento de la Comisión para la Verdad, en el que se revelan diversos mensajes por aplicación que habrían sostenido los actores materiales de la desaparición forzada, en donde detalla que los jóvenes habrían sido asesinados la madrugada del 27 de septiembre, desmembrados y sus restos habrían sido disueltos en ácido en fosas de Iguala.
