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Juan R. Hernández.
Si bien es cierto que la Ciudad de México está haciendo enormes esfuerzos para promocionar el turismo, la plaga de los falsos boleros y ahora de los “bicitaxis blancos” comienza a hacerse cada vez más notorios.
En redes sociales se ha denunciado a estos grupos de sujetos que, aprovechándose de la buena fe de los visitantes, les “ofrecen sus servicios”, sin embargo, en el caso de los boletos, como lo hemos documentado, llegan a cobrarles a los turistas hasta 200 o 300 pesos por boleada (y si no pagan son amenazados por quienes los acompañan), y sin contar con los “bicitaxis” que a ciencia cierta no se sabe quién los regula o quién les dio permiso de la
alcaldía Cuauhtémoc, para “trabajar”.
Resulta que estos sujetos que los caracteriza el color blanco de sus bicitaxis, cobran hasta en 260 pesos un “viajecito” de la Torre Latinoamericana a Palacio Nacional. Sin duda, a las mafias de extorsionadores, piñeros y anexas ya les gustó operar con toda tranquilidad en la zona. ¿A quién le conviene que estos grupos operen en Pleno Centro Histórico? ¿A quién acudir? ¿Policía Turística o policías del Centro? ¿En dónde se localizan los módulos? Sería injusto
que, por un grupo de malandros, se proyecte una mala imagen en el extranjero de la Ciudad de México.