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Jorge Gómez Naredo
Héctor de Mauleón publicó el lunes pasado un artículo titulado Américo Villarreal, financiado por el cártel del noreste: EU. Con el título, el autor engañosamente afirma que el narcotráfico financió al gobernador electo de Tamaulipas.
En el texto, Mauleón narra unos supuestos cables enviados por Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, a la DEA, al Departamento del Tesoro, al Departamento de Justicia y a la Homeland Security. Afirma el autor que esa información es top secret y “veneno puro para Morena”.
Mauleón, quien se asume periodista serio, difundió los supuestos cables secretos. Al siguiente día, el embajador Ken Salazar negó que él hubiera escritos esos cables, y dijo que Estados Unidos no había producido esa información. Es decir, dijo que lo que Mauleón había escrito y difundido, era falso.
Después, Mauleón, escribió: “Frente a la postura del embajador, no me queda sino disculparme con los lectores, y con los
personajes que aparecen en los documentos que publiqué en esta columna”.
Eso, que quiso pasara Mauleón como la aceptación de que mintió, en realidad no lo fue, pues en el mismo texto asegura que sus
fuentes son fidedignas, y que en un futuro “(…) nos estarán esperando las evidencias, recopiladas por la DEA y la Marina, sobre el flujo de dinero sucio a la política”.
Mauleón no sólo es mentiroso, sino que es una pieza fundamental del aún gobernador panista de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca quien, todo indica, fue el que filtró los documentos al columnista.
Mauleón es algo peor que un mal periodista: es un engranaje del viejo régimen.
