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Entre 2006 y 2018 se han disputado 4 Copas del Mundo, siendo 7 de los 8 finalistas europeos, y en todas las ediciones señaladas, las ha ganado una selección del Viejo Continente
Víctor Ramón Tirado Soto
En el pasado se hablaba que los Mundiales en territorio americano, eran para selecciones americanas, y que, en Europa, era para Brasil, luego de su título mundial en Suecia 1958, sin embargo, todo cambio con el dominio de las selecciones del Viejo Continente.
En la Copa del Mundo Corea-Japón 2002, Brasil fue el último equipo del continente americano en ganar un campeonato mundial, después de eso, Italia (2006), España (2010), Alemania (2014), Francia (2018), lograron reinar, es decir, una paternidad europea sobre los americanos. Esto no es ninguna casualidad, ¿Por qué sucede? ¿En Europa son más talentosos?
Una de las principales razones si tiene que ver con dinero, es claro que las mejores ligas del mundo son las europeas, por la capacidad económica que tienen para no dejar escapar a los talentos.
Sin embargo, esto no ocurría en el pasado, y para entenderlo se tiene que regresar hasta 1995, cuando la Ley Bosman entró en vigor, antes de la ley, los equipos europeos tenían que tener en su mayoría jugadores nacionales y solo podían traer de 3 a 4 extranjeros, lo que hacía que pocos jugadores americanos hicieran el viaje a Europa, después de que la ley fuera vigente, los clubes podían tener jugadores con pasaporte europeo, además de 3 a 4 sin pasaporte de la Unión Europea.
En la época actual, hay 200 jugadores sudamericanos en las 5 grandes ligas, cerca de 100 son brasileños, la Ley Bosman fue un parteaguas, aunque también la globalización es un factor muy importante para que suceda esto, ya que los grandes clubes tienen conexiones en todo el mundo, lo que facilita a los jugadores poder llegar a Europa.
Por ejemplo, para los brasileños es más fácil ir a Portugal, debido a varios factores: hablan el mismo idioma, su cultura es similar y relativamente el mismo clima. Además, Portugal tiene unas leyes para inmigrantes “relajadas” por lo que facilita que brasileños trabajen ahí.
Lo que quiere decir que los jugadores de las selecciones más importantes de Sudamérica, o incluso de Norteamérica, no juegan en sus países, sino en Europa, lo que hace, que cada selección pierda su estilo de juego, tal es el caso de Brasil y Argentina, sobre todo.
Los brasileños, se identifican con el Joga bonito, que es jugar con magia, el descaro para hacer jugadas espectaculares a nivel individual o en conjunto.
En Uruguay son conocidos por la “garra”, que como su nombre lo dice es un juego físico, de luchar, hasta conseguir el objetivo y aunque no se consiga, es el esfuerzo con el que se jugó.
En la época actual, los jugadores americanos están adaptados al estilo europeo, es decir, un juego, donde el orden táctico es lo principal, además, del físico, lo que hace que poco a poco veamos escasos jugadores encaradores, atrevidos.
También los directores técnicos de selecciones, se preparan en el viejo continente, por lo que sus enseñanzas y pensamientos eurocentristas se ven reflejadas en el terreno de juego.
En el pasado, las selecciones sudamericanas lograron sacar ventaja de su talento o de un pensamiento innovador, ahora todo parte de una misma base por lo que los americanos se encuentran adaptándose, mientras que los europeos han trabajado esa filosofía desde siempre.
Aunque se ve un futbol similar en todos los equipos, debido a que todo el mundo trata de imitar una misma idea, puede que los sudamericanos encuentren su estilo o se readapten creando algo diferente.
En el Mundial de Estados Unidos 94, Brasil, se coronó como rey del planeta, tras su cuarto entorchado mundial. La Verdeamarelha conseguía que Sudamérica dominara el futbol con su octavo título frente a los siete que atesoraba Europa.
En 2002, tras el quinto mundial alcanzado por los brasileños, Sudamérica alcanzó el noveno título; De 2006 al 2018 se disputaron cuatro copas del Mundo: 7 de los 8 finalistas fueron de Europa, que ganó todos.
En Alemania 2006, Italia se impuso por penales ante Francia tras igualar 1-1; en Sudáfrica 2010, España ganó su primer título mundial al derrotar a Holanda en tiempo suplementario; en Brasil 2014, Alemania venció 1-0 también en tiempo suplementario a la Argentina (único representante de la CONMEBOL que llegó a una final mundialista); y en Rusia 2018, aparecieron los goles con el 4-2 de Francia contra Croacia. Más allá de la evidente supremacía europea corresponde señalar que sólo Francia repitió su condición de finalista, con 12 años de diferencia.
RACHA
La final de Rusia 2018, que fue ganada por Francia sobre Croacia, fue la cuarta final consecutiva de un Mundial, ganada por Europa, un periodo que nunca se había visto antes
DOMINIO EUROPEO
Con la excepción de Argentina en la final del 2014, desde 2006 la Copa del Mundo ha sido un asunto europeo en la final, además, 13 de los últimos semifinalistas también han sido del Viejo Continente.
