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Con temor y nerviosismo, habitantes de al menos 11 estados, salieron de sus casas ante la réplica del sismo 7.7 registrada la madrugada del jueves
Xavier Villegas
Cuando recién se estaba asentando el barro de las emociones, tras la sacudida del lunes pasado (19 de septiembre), las entrañas de nuestra geografía nacional se volvieron a estremecer. La madrugada de este jueves 22 de septiembre de 2022, a la 1:16 de la madrugada, se registró una réplica de 6.9 grados de intensidad.
El dulce sueño de 38.7 millones de mexicanos en 12 estados se vio interrumpido de manera súbita por el sonido de las alertas sísmicas; segundos después, nuevamente se percibió un movimiento telúrico que brotó con saña desde tierras michoacanas.
Con gran temor y nerviosismo, habitantes de Jalisco, Zacatecas, Guerrero, Colima, Michoacán, Guanajuato, Estado de México,
CDMX, Morelos, Oaxaca, Puebla y Oaxaca, salieron en pijama, con celular en mano, con los ojos entreabiertos y con el corazón a
punto de salirles del pecho: esperaban que la pesadilla culminara muy pronto.
Javier Cruz, vecino de Ecatepec, narró a esta casa editorial que el sismo pasó desapercibido de inicio para él y su familia, ya que habían regresado tarde a casa. “Quien nos avisó fue mi hermano, hasta que bajamos se empezó a sentir poquito, no me alertó tanto como el del 19. Soy un sobreviviente del 85, no me afectó tanto como a mi hermana”.
En la Doctores… #Sismo pic.twitter.com/9lz5FRdMdz
— Raúl Gutiérrez (@RaulGtzNR) September 22, 2022
Asimismo, afirmó que su hermana y su madre lo sintieron con mayor intensidad por la claridad de los sonidos que envolvían su domicilio derivado de la tensa calma de la colonia.
Por su parte, Norma Reyes, secretaria de la escuela primaria Miguel Ángel Buonarotti, aseguró a Diario BASTA!, que “nos agarró de sorpresa, no pensamos que se fuera a mover tanto, sí esperábamos una réplica, pero no de esta magnitud. Nos dio miedo y nos tardamos en dormir”. La señora Norma Reyes detalló que le fue muy complicado volver a conciliar el sueño, sin poder evitar que su mente fuera invadida por el miedo a que todo volviera a moverse.
Desafortunadamente, la madre naturaleza cobró la factura de su actuar, ya que dos personas dejaron de existir durante la madrugada de este jueves.