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Durante la Reunión Económica de Alto Nivel entre ambos países, se dio a conocer el potencial de mercado de las reservas de litio mexicanas
Aldo Arroyo Pellón
En días recientes, se realizó la reunión económica de alto nivel entre los gobiernos de EU y México, dando a conocer un acuerdo comercial, que le dará la oportunidad a nuestro país de ocupar cuando menos, un mercado de $60 billones de dólares anuales.
Al buscar convertirse en una potencia exportadora de litio; mineral que ya es llamado ̈el nuevo petróleo ̈, y que se perfila a ser una industria que superaría por mucho los ingresos generados por PEMEX en su mayor apogeo.
El potencial de crecimiento para México es enorme, al tener abundancia de la materia prima para producir estos materiales.
En Sonora se encuentra el yacimiento más grande de litio en el mundo, con un estimado de reservas de 3.5 a 4.5 millones de toneladas de carbonato del litio, sin que se hayan explorado a profundidad todos los posibles yacimientos del país, lo que colocaría a México como una pieza clave del desarrollo tecnológico mundial.
La reciente nacionalización del litio fue un punto de conflicto con los EU, no obstante, la realidad política del mundo ha orillado a los EU a buscar nuevas fuentes de abastecimiento de chips y semiconductores, materiales vitales en la transición energética y la industria digital.
Actualmente el mercado de chips y semiconductores esta monopolizado por Taiwán; nación que produce el 92% de todos los chips avanzados, así como el 65% de todos los semiconductores del mundo.
Debido a las cuarentenas continuas, así como el bloqueo parcial que China mantiene sobre la isla; la industria nacional taiwanesa se ha quedado sin la capacidad de producción necesaria para satisfacer la demanda global.
La oportunidad que se presenta para México, no solo se limita a la manufactura, sino también al embalaje y ensamble. Estos tres aspectos del proceso de producción, representan un mercado de $60 billones de dólares anuales para Taiwán, mientras que en Norteamérica tan solo es de $3 billones. Es decir, México tiene el potencial para suplir esos $57 billones en su territorio.
El anuncio es de una magnitud tal, que el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, declaró: ̈Creemos que México puede crecer al doble con lo que se ha anunciado hoy, lo que significa que podremos reducir la pobreza más rápido ̈.
CAMBIO DE TONO
El anuncio estuvo motivado por la reciente aprobación de la Ley de Chips en el Congreso de los EU, la cual contiene incentivos fiscales para promover las inversiones en este sector de la economía, considerándolo un asunto de seguridad nacional.
El acta contempla $28 billones en incentivos fiscales para la producción de semiconductores, $10 billones para la manufactura de chips, y $11 billones para investigación y desarrollo. Los cuales no tienen muchas limitantes para poder ser invertidos en nuestro territorio debido al T MEC.
Al ser cuestionado sobre la controversia presentada por su gobierno por las políticas energéticas de México durante la conferencia conjunta, el Secretario de Estado, Antony Blinken, se mostró conciliatorio: ̈Aunque tengamos un problema donde estemos intentado resolver una diferencia, estamos yendo a toda velocidad en la integración de nuestras economías, y construyendo la región más competitiva en el mundo ̈.
Mostrando así que las negociaciones tras bambalinas dieron buenos resultados, la necesidad imperante de tener un proveedor confiable de estos materiales estratégicos, se sobrepone a los intereses económicos de un sector poderoso de la economía estadounidense – los barones petroleros