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Ana María Vázquez
A raíz de la detención de Jesús Murillo Karam ha vuelto a resurgir el nombre del actual secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, ya desde hace un par de años, Anabel Hernández hablaba de él como implicado en la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, aunque como siempre, solo citaba “fuentes confiables”; lo hizo hace dos años, el año pasado y hace unos días en su columna del diario alemán Deutsche Welle.
Ante esto y en entrevista con Alejandro Páez Varela, el funcionario negó haber estado comisionado en ese tiempo en Guerrero, asegurando que estaba
en Michoacán y mencionó detalles y personas que podrían corroborarlo, sin embargo, su nombre vuelve a ser mencionado una vez más, ahora como parte del grupo que planeó la llamada “Verdad Histórica”, y que se reunió, según lo declaró en su momento el secretario particular de Zerón, Bernardo Cano, junto con Tomás Zerón, Gualberto Ramírez, José Luis Martínez y Carlos Gómez Arrieta.
El testigo también mencionó al ex gobernador Ángel Aguirre como uno de los participantes. La fecha precisa fue el 7 de octubre de 2014.
Hubo cuatro detenidos en ese entonces, mismos que fueron torturados para declarar lo relativo a la “Verdad Histórica” que, según la FGR, se planeó aquel 7 de octubre.
Otro testigo cuyo nombre se reserva apunta también a García Harfuch como parte de los elementos “comprados” por el crimen organizado para permitir el libre paso de drogas.
Esto es lo que hasta ahora se ha filtrado de
la investigación, los textos completos pueden consultarse en el Informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa que se encuentra con libre acceso en las páginas de la web del Gobierno de México.
Habrá que recordar dos cosas:
1.- Que la presunción de inocencia debe privar siempre en cualquier ciudadano y
2.- Que todo ciudadano es libre de ejercer su legítima defensa.
La transparencia con la que hasta ahora se han manejado la comisión encargada a cargo de Alejandro Encinas muestra, sin lugar a dudas, una clara diferencia con las comisiones de búsqueda anteriores en las que trataba de maquillarse una verdad insoslayable. Fue el Estado.
