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Jorge Gómez Naredo
La intención es simple: establecer la percepción de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido un fracaso en todos los sentidos y que, a tanto llega el caos que ha provocado, que ahora el “país se le fue de las manos”.
Esta idea la repiten una y otra vez los voceros de la oposición y buena parte de los medios de comunicación.
Analistas, presentadores de noticias, columnistas e invitados consuetudinarios a las mesas de debate en televisión y radio afirman, una y otra vez, que el gobierno que encabeza el presidente es el peor de todos los gobiernos, y que ojalá pronto se termine.
Que se acabe ya, pues el país está en llamas y pronto será cenizas.
Estas ideas, aunque han estado repitiéndose constantemente en los medios incluso desde antes del 1 de diciembre de 2018, en los últimos días las hemos escuchado de una forma más persistente.
La oposición ha sido un fracaso: va sin rumbo, sin propuestas y sin proyecto de país. Lo único que han hecho es criticar a la actual administración, y decir que López Obrador es malo, muy malo, autoritario, dictador, lo peor de lo peor. Esta postura los ha colocado, en la percepción del pueblo, no como una fuerza política seria y consistente, sino como un grupo de personajes enojados porque perdieron el poder y ya no pueden seguir robando.
Hoy, la oposición y sus medios -que están tan de capa caída- emprenden una nueva campaña de odio en contra de AMLO, en donde lo colocan como un presidente incapaz, al cual el “cargo le quedó grande”.
Están invirtiendo mucho dinero en este nuevo intento, sin embargo, también será un fracaso. Y es que los de oposición no han comprendido que, para consolidarse como una opción para la gente, precisan -primero que nada- tener un proyecto de nación.